La inhabilitación de Torra como presidente aboca a Cataluña a cuatro meses de provisionalidad

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El ya expresidente de Cataluña ha pedido que las próximas elecciones sean un plebiscito que «confirme» el 1-O.

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de año y medio de inhabilitación a Quim Torra, que deja así el cargo de president sin que esté previsto investir a un sustituto, lo que aboca a Cataluña a cuatro meses de provisionalidad, en plena pandemia y con el 7 de febrero como posible horizonte electoral.

La sentencia del Supremo no ha cogido a nadie desprevenido en el Palau de la Generalitat, donde desde hace días ya se preparaban ante esa confirmación de la condena, con un informe de los servicios jurídicos del Govern sobre la mesa, que indicaba que la inhabilitación sería efectiva cuando se le notificase oficialmente.

Antes de las 14.00 horas de este lunes, el Supremo ha dado a conocer su sentencia, en la que confirma la condena de inhabilitación a Torra por desobedecer de forma «contumaz y obstinada» a la Junta Electoral Central, que le obligó a retirar las pancartas de apoyo a los presos del «procés» de edificios públicos en periodo electoral.

En su sentencia, el alto tribunal desestima por unanimidad el recurso de casación de Torra contra la condena del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de inhabilitación especial y multa de 30.000 euros por un delito de desobediencia.

La notificación ha llegado a manos de Torra, que se ha negado a firmarla, al filo de las 17.00 horas, poco después de que el TSJC declarase efectiva la inhabilitación de Torra desde hoy mismo.

Antes de abandonar el Palau de la Generalitat, Torra se ha reunido con todos los consellers del Govern, incluido el vicepresidente del ejecutivo catalán, Pere Aragonès, que ya ejerce como sustituto del president hasta una nueva investidura.

Ha sido una reunión informal, porque con la notificación enviada por el TSJC la inhabilitación de Torra ya era efectiva, y, acompañado por los consellers, ha comparecido después en la Galería Gótica del Palau para denunciar que ha sido «depurado del cargo por un golpe urdido por los poderes del Estado español».

Torra ha afirmado que «la única manera de avanzar es a través de la ruptura democrática» y ha llamado a los catalanes a tomarse las próximas elecciones como «un punto de inflexión, un nuevo plebiscito y un nuevo mandato que confirme el referéndum del 1-O».

A las 19.20 horas, junto a su esposa y rodeado por los miembros del Govern, Torra ha abandonado el Palau de la Generalitat por el acceso principal de la plaza Sant Jaume de Barcelona, donde lo han arropado cerca de 1.700 personas, según el Ayuntamiento de Barcelona, convocadas por las entidades independentistas.

La formalización de la nueva situación política llegará en las próximas horas con la publicación en el Boletín Oficial del Estado -y en el Diario Oficial de la Generalitat- de un real decreto con el cese del president y la convocatoria de una reunión del Govern en funciones, en la que se aprobará un decreto para oficializar que el vicepresidente del Ejecutivo catalán, Pere Aragonès, pasa a ser el «presidente sustituto interino» hasta una nueva investidura.

En paralelo, se abrirá un plazo de 10 días para que el presidente del Parlament, Roger Torrent, abra consultas con los grupos por si tienen intención de presentar un candidato a la investidura.

Una vez constate que no hay candidato viable -los grupos independentistas, que tienen mayoría, rechazan esta posibilidad-, Torrent activará una cuenta atrás de dos meses, transcurridos los cuales, si no ha habido investidura, se convocarán automáticamente unas elecciones, con la fecha probable del 7 de febrero.

En el capítulo de reacciones, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha reclamado elecciones en Cataluña «cuanto antes mejor».

El líder del PP, Pablo Casado, ha subrayado que Torra ha sido inhabilitado gracias a la denuncia que presentó su partido y también ha defendido elecciones «de inmediato» en Cataluña.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha afirmado que con la inhabilitación de Torra «se hace justicia» y «gana la libertad».

El ya president sustituto y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, ha tachado la inhabilitación de «golpe antidemocrático» de la justicia contra las instituciones catalanas.

El líder del PSC, Miquel Iceta, cree que la condena demuestra que «ni la ilegalidad ni la unilateralidad son caminos viables» y que Cataluña «necesita abrir una nueva etapa».

Para la presidenta del grupo parlamentario de Catalunya en Comú Podem, Jéssica Albiach, la condena es «desproporcionada» y provoca «el peor final posible» para la legislatura.

La CUP ve en la inhabilitación «un ataque a las instituciones catalanas» y una «clara intromisión en su soberanía».

A última hora de la tarde y primera de la noche se manifiestan centenares de personas por el centro de Barcelona convocadas por los CDR, en medio de un amplio despliegue de efectivos de los Mossos d’Esquadra.

Para este martes, Torra ya ha hecho pública la agenda de su primer día como expresident: visita a los presos independentistas en Lledoners por la mañana y reunión telemática con el expresident Carles Puigdemont y otros «exiliados» por la tarde.