vuelta ciclista
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El vicepresidente José Manuel Caballero destaca desde Pozuelo de Calatrava la vertebración territorial, promoción turística y proyección deportiva del evento.

Un evento deportivo con impacto real en Castilla-La Mancha

El vicepresidente segundo del Gobierno regional, José Manuel Caballero, ha asistido este jueves en Pozuelo de Calatrava a la salida de la tercera etapa de la I Vuelta Ciclista de Castilla-La Mancha, un evento que, según ha señalado, está teniendo un fuerte impacto económico, social y deportivo en los más de 70 municipios por los que transcurre.

Acompañado del alcalde de la localidad, David Triguero, del director general de Deportes, Carlos Yuste, y del director general de Desarrollo Rural, José Juan Fernández, Caballero ha valorado de forma muy positiva esta primera edición, en la que ya se han confirmado 1.500 pernoctaciones y se prevé un impacto económico cercano a los 500.000 euros, principalmente en hostelería, logística, repostajes, alquiler de vehículos e infraestructuras.

Difusión mediática y participación regional

Además del impacto económico directo, Caballero ha destacado la amplia visibilidad del evento, con más de 250.000 reproducciones en redes sociales y una notable presencia en medios de comunicación, lo que contribuye a posicionar a Castilla-La Mancha como escenario deportivo de primer nivel.

“Estamos ante un evento que promueve la imagen de la región, dinamiza el territorio y fortalece el deporte base”, ha afirmado el vicepresidente, subrayando también el buen nivel del ciclismo castellanomanchego, representado por ciclistas como Miguel Moya, líder provisional de la competición.

Deporte como motor del medio rural

Caballero ha puesto el foco en el carácter estratégico de esta prueba como herramienta para el desarrollo rural, afirmando que “esta I Vuelta Ciclista de Castilla-La Mancha es mucho más que deporte; es vertebración territorial, dinamización rural y promoción de oportunidades”.

Ha recordado que el recorrido atraviesa las cinco provincias de la región, promocionando el patrimonio natural, cultural y social de los pueblos manchegos. “Esta vuelta es un escaparate para el talento joven del ciclismo sub-23 y una oportunidad para mostrar todo lo que nuestra tierra puede ofrecer”, ha señalado.

Una vuelta con ADN rural y cooperativo

La organización de la prueba ha sido posible gracias al trabajo conjunto con 13 Grupos de Desarrollo Rural, con los que el Gobierno regional colabora activamente para dar forma a proyectos transversales e integradores. “Este es un ejemplo de cómo el deporte puede unir territorios, movilizar recursos y generar desarrollo sostenible”, ha afirmado Caballero.

El evento ha nacido con la vocación de convertirse en una referencia nacional, tanto a nivel deportivo como por su capacidad para visibilizar el mundo rural y los valores que representa: esfuerzo, superación y compromiso colectivo.

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