La reciente reaparición de Carles Puigdemont a escasos metros del Parlament catalán y su posterior huida han desencadenado un terremoto político y judicial en España. A pesar de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad, el expresident logró eludir los controles policiales, dejando en el aire la pregunta: ¿Cómo fue posible que el hombre más buscado de España escapara una vez más?
Detención de Tres Mossos d’Esquadra
Hasta el momento, tres agentes de los Mossos d’Esquadra han sido detenidos en relación con la fuga de Puigdemont. Las detenciones se produjeron entre el jueves y viernes de la semana pasada, y aunque los agentes ya han sido puestos en libertad, el juez instructor de la causa del ‘procés’, Pablo Llarena, ha solicitado al cuerpo autonómico y al Ministerio de Interior que informen sobre el operativo desplegado y «los elementos que determinaron su fracaso desde un aspecto técnico policial».
Puigdemont en Waterloo: Críticas al Ministerio del Interior
La noche del viernes, Puigdemont publicó un comunicado en sus redes sociales confirmando que ya se encontraba en su residencia de Waterloo, Bélgica. En el mismo, criticó duramente al Ministerio del Interior y al jefe de los Mossos, afirmando: «Lo siento mucho por las personas que reciben la ira de unos responsables políticos y policiales que saben que no han estado nada a la altura del momento». Puigdemont arremetió contra el dispositivo policial desplegado, calificándolo de «espantoso, incomprensible y a veces delirante», y defendió a los Mossos, argumentando que «no se les debe pedir lealtades a ideas y narrativas políticas».
Críticas desde la Confederación Española de Policía (CEP)
En respuesta a estos acontecimientos, el sindicato Confederación Española de Policía (CEP) ha sido muy crítico con la actuación de la policía autonómica. El representante del CEP, Raúl Domingo, expresó su desacuerdo con la ampliación de la plantilla de los Mossos, solicitando que esos recursos se destinen prioritariamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Domingo justifica esta postura señalando «la ineficacia de la cúpula o de los mandos policiales» y argumenta que «el Gobierno de España no debe alimentar económicamente ese cuerpo, por lo menos hasta que limpien esa parte de los dirigentes». Aunque reconoce la profesionalidad de los agentes de a pie, distingue claramente entre «los mandos de los Mossos d’Esquadra y lo que es la plantilla policial leal a España y a la Constitución».
Evaluación del Dispositivo Policial
Al evaluar el dispositivo policial para evitar la fuga de Puigdemont, Raúl Domingo no duda en calificarlo de «lamentable». También abordó las críticas sobre el control de la Policía Nacional en la frontera, destacando que, dentro del territorio Schengen, los controles se realizan de forma selectiva, principalmente por motivos de terrorismo y crimen organizado. Domingo afirmó que, si Puigdemont hubiera pasado por un control de la Policía Nacional, «estaría ahora mismo detenido».
Reclamación de Responsabilidades
Finalmente, Raúl Domingo reclamó responsabilidades por el fracaso en la captura de Puigdemont, sugiriendo que «debería de haber dimisiones, por pura humildad» y que, en caso de que no se produzcan, «debería de haber ceses no solo de los mandos de los Mossos d’Esquadra, sino también de algún ministro», refiriéndose específicamente a Fernando Grande-Marlaska.
Conclusión
La reaparición y huida de Carles Puigdemont ha generado un intenso debate sobre la eficacia de las fuerzas de seguridad en España y ha puesto bajo escrutinio las acciones de los Mossos d’Esquadra y del Ministerio del Interior. Con tres agentes detenidos y fuertes críticas desde el CEP, las repercusiones políticas y judiciales de este caso continúan desarrollándose.