Desde siempre hemos escuchado que una imagen vale más que mil palabras. Y en esta ocasión, esta afirmación no puede encerrar más verdad. Por eso, la joven Amber Hoffman ha decidido publicar en su muro de Facebook dos imágenes de ella muy distintas. En una se la puede ver destruida por los efectos de la droga que consumía y en otra en su regreso de vuelta a la vida.
Las dos imágenes que ilustran estas líneas pertenecen a la misma joven, pero cualquiera lo diría. En la de la izquierda se observan las secuelas que dejaron en su cuerpo sustancias como la metanfetamina y la heroína de las que era adicta. En la de la derecha, una gran sonrisa aclara que aquellos tiempos ya forman parte del pasado.
Un pasado al que Amber no está dispuesta a volver y que le costó vivir en la calle, perder más de 18 kilos y estar a punto de morir en dos ocasiones por una endocarditis y se le hizo un agujero en el corazón. «Vivía con miedo, con dolor, estaba lista para que mi vida terminara», explica. Su madre la rescató cuando su cuerpo apenas se podía poner en pie para levantar sus 42 kilos de peso y le hizo esta fotografía para que no olvidara adonde le habían conducido las drogas. Ahora, tras un duro proceso de recuperación y ser operada del corazón, la joven se siente feliz. «Llevo nueve meses limpia, he luchado duramente, he engordado 18 kilos, tengo un lugar donde vivir y a mi familia y mis gatos para ayudarme», asegura en una publicación de Facebook.
Amber ha querido publicar esta fotografía del antes y el después para contarle a otros que están pasando por su misma situación que sí se puede. «La recuperación es posible y merece la pena». La publicación no ha tardado en hacerse viral y acumula ya miles de me gusta.