La falta de sueño acarrea una peor calidad de vida

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Siempre se ha dicho que dormir bien es uno de los ingredientes clave para tener una buena salud y una buena calidad de vida. ¿Pero qué ocurre cuando, pese a dormir las horas que toca, no logramos descansar bien? Según apunta un estudio publicado este mismo miércoles en la revista científica ‘PLOS ONE’, las personas que reportan peor calidad del sueño también son las que achacan peores niveles de saludbienestar, felicidad y, en general, satisfacción con la vida.

La investigación analiza más de 5.000 encuestas realizadas entre los años 2018 y 2020 por investigadores de la Charles University de Praga. A través de estos cuestionarios, los científicos preguntaron a la gente por sus patrones de sueño (como la cantidad y calidad de horas, así como sobre los posibles «desfases horarios») y por diferentes parámetros de salud y satisfacción personal (como, por ejemplo, los niveles de felicidad y bienestar subjetivos). A partir de ahí, los expertos cruzaron los datos para ver si existía algún tipo de relación entre sueño y bienestar.

El análisis desveló que uno de los factores que más afecta en el bienestar personal de las personas es la calidad del sueño (y no tanto la cantidad de horas descansadas o el momento del reposo en sí). «Dormir mejor significa una mejor calidad de vida. Si bien es importante cuándo dormimos y cuánto tiempo dormimos, las personas que tienen un sueño de mejor calidad también tienen una mejor calidad de vida, independientemente del tiempo y la duración del sueño», destaca los expertos en el análisis publicado este miércoles.

El estudio no encontró un vínculo entre el conocido como «desfase horario» del sueño (o ‘social jetlag’) y los índices de calidad de vida. Es decir, aquellas personas que por su trabajo o rutina debían descansar en horas poco habituales (como durante el día o de madrugada) no presentaban peores indicadores de bienestar o salud que los que dormían en horarios más convencionales. Tampoco se observó una relación clara entre estos parámetros y el estrés laboral por lo que, según explican los investigadores, las personas son capaces de adaptarse a cualquier rutina de sueño siempre y que puedan descansar bien.

PROBLEMAS DE NO DORMIR

No es la primera vez que un estudio señala los problemas derivados de la falta de sueño. De hecho, hay cientos de estudios y análisis publicados sobre el tema. La falta de sueño a largo plazo, así como la mala calidad del descanso, se ha asociado con un aumento del riesgo de sufrir obesidaddiabetes o enfermedades cardiovasculares. También se ha relacionado de forma directa con trastornos del estado de ánimo como la ansiedad o la depresión. El déficit de descanso desencadena problemas de atención, concentración y memoria así que, además, también se relaciona con peor rendimiento laboral y académico.

La falta de sueño también provoca problemas sociales. Según apunta un estudio de la revista ‘Nature Communication’, por ejemplo, la falta de horas de descanso provoca aislamiento social. «Cuanto menos horas duermas, menos quieres interactuar socialmente. A su vez, si no duermes otras personas te perciben como más socialmente repulsivo, lo que aumenta aún más el grave impacto de aislamiento social relacionado con la pérdida de sueño», destaca la investigación.

En España, según datos de la Sociedad Española de Neurología, al menos doce millones de personas afirman despertarse cansados o con la sensación de no haber descansado bien. Además, se estima que al menos cuatro millones de personas sufren de insomnio o de un trastorno crónico del sueño como, por ejemplo, trastornos del ritmo circadiano, síndrome de las piernas inquietas, parasomnias o narcolepsia.