Mónica Carmona, ha vuelto a presetar declaración ante el juzgado de instrucción número 46 de Madrid para ratificar la denuncia que dio nombre a llamado ‘caso niñera’. Carmona insiste en que la ministra de Igualdad, Irene Montero, utilizó a la asesora de la ministra, Teresa Arévalo, para cuidar a su hija durante la campaña electoral de 2019 pero sigue sin aprobar pruebas que confirmen el hecho.
El 2 de diciembre de 2019, Carmona fue destituida de su cargo como responsable de Cumplimiento Normativo del partido. Ella ha insistido en más de una ocasión en que el motivo del despido fue que «pidió unos informes a la gerencia y a la responsable de Seguridad de Podemos» para comprobar la posible utilización de «una persona a sueldo de partido» a la que identificó como Teresa Arévalo, actual asesora de Irene Montero, para cuidar a la hija de la ministra y del ex vicepresidente del gobierno, Pablo Iglesias. En su momento, Podemos justificó esta destitución por la pérdida de confianza en ella.
Una denuncia sin pruebas
En concreto, la situación se remonta a un viaje a Alicante el 20 de octubre de 2019, en el que la actual ministra de Igualad tenía previsto una intervención en uno de los mítines electorales de la campaña del 2019. Según el escrito de la denunciante, cuando la dirigente morada fue a intervenir, dejó a su hija con Teresa Arévalo, que entonces era la jefa de Gabinete de Podemos.
No obstante, no hay informes que puedan justificar que esta situación ocurrió aunque, tal y como asegura la exresponsable del Cumplimiento Normativo del partido, existen pero no los llegó a conseguir.
Sin estos documentos, y hasta el momento, Carmona no tiene ninguna prueba que pueda probar la denuncia pero asegura que supo de este asunto a través de una «denuncia interna» del propio partido, aunque se ha negado a revelar la identidad de la persona que le proporcionó dicha información amparándose al secreto profesional.