el país más habitable del mundo, aunque más para los extranjeros privilegiados que para el español medio. Pero el cambio climático podría ser especialmente devastador aquí».
En esta línea, y claramente preocupado por el calentamiento global, lanza su primera crítica por la actitud de los españoles: «Se podría pensar que el clima es la principal prioridad de un país cálido y seco, pero en realidad los españoles pasan más tiempo discutiendo sobre la unidad nacional«. Así, diagnostica que «el gran trauma moderno de España fue el referéndum ilegal de independencia de Cataluña en 2017″. Considera que, consecuencia de ello, se puede leer el carácter político de un barrio simplemente caminando por la calle: «Banderas nacionales en los barrios burgueses de Madrid, varias versiones de banderas catalanas en Barcelona, y en otros lugares, cada vez más, banderas de otras regiones«.
El periodista también arroja un análisis político sobre el ascenso de Vox, en su opinión nacido de «la creciente ansiedad por la unidad nacional«, y va un paso más allá: «La polarización podría empeorar si el Partido Popular y Vox ganan las elecciones nacionales del próximo año y toman medidas enérgicas contra Cataluña». No obstante, matiza que el apoyo catalán a la independencia está cayendo en picado y aclara a los lectores extranjeros que ningún país ha reconocido la independencia de Cataluña.
Una democracia consolidada
Por otro lado, Kuper se muestra optimista por los «logros» de España «a pesar de la corrupción» y parafrasea al escritos Javier Cercas para compartir su opinión sobre que los últimos 40 años han sido los mejores del país. Entre estos éxitos, destaca que se ha estabilizado la democracia, se ha derrotado al terrorismo vasco y se ha conseguido la rara transición a la renta alta. Del mismo modo, tiene palabras positivas hacia las infraestructuras públicas, la esperanza de vida y la baja tasa de desempleo respecto a los niveles anteriores.
El corresponsal tampoco duda en mojarse sobre Madrid, ciudad a la que reconoce su auge, superando a Barcelona, pero que también califica de «una especie de paraíso fiscal«, que ha desarrollado un nuevo distrito de negocios casi al estilo chino y compitiendo con Miami para convertirse en la capital del mundo hispanohablante.
Las dos Españas
Kuper apunta a uno de los grandes problemas y divide España en dos: la habitada, la casi vacía, con pueblos en los que apenas viven decenas de jubilados sin médico. «El Gobierno parece haber decidido discretamente que la despoblación del interior es imparable», añade.
Sin embargo, las energías solar y eólica pueden suponer la salvación de las castillas y, además, «la mayor oportunidad para las energías renovables en Europa«. En esta línea, considera que los 140.000 millones de euros que recibirá España del fondo de recuperación de la UE podrían acelerar la tendencia y explica que el Gobierno quiere que los «pueblos moribundos» alquilen terrenos a las empresas de renovables. En contraposición, Kuper expone que muchos vecinos de estas zonas no se sienten cómodos en esa posición y apuestan por «industrias en las que ellos mismos podrían involucrarse».
Emergencia climático
«La crisis que se avecina en España es el cambio climático«, concluye tajante el periodista de ‘Financial Times’, y pone para ello ejemplos indiscutibles, como el polvo sahariano de primavera, el adelantamiento de la vendimia de Jerez, la desertificación, la grave sequía y las interminables olas de calor: «40ºC no es habitable». «Y sospecho que el turismo se desplazará gradualmente de la sobredimensionada costa sur de España al fresco norte, a medida que el calor del verano pase de ser una atracción a una amenaza«, vaticina sobre una de las mayores contribuciones al PIB español.