La Audiencia Nacional investiga si grandes bodegas de la Denominación de Origen Protegida (DOP) de Valdepeñas, entre ellas Félix Solís y García Carrión, cometieron un delito de estafa, publicidad engañosa y falsedad documental al vender vinos que no cumplían los requisitos exigidos por el sello de calidad.
El juez José Luis Calama ha admitido a trámite una denuncia de la Fiscalía, según ha explicado este lunes la Audiencia Nacional, que ya ha instado a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional a «practicar diligencias».
Además de Félix Solís y García Carrión, también se encuentran bajo investigación las bodegas Navarro López y las de Fernando Castro; el objetivo de las pesquisas es conocer las ventas entre los años 2010 y 2019 que realizaron todas ellas de vinos de la DOP Valdepeñas, sus categorías (crianza, reserva o gran reserva) y los precios de compraventa.
La Fiscalía ha aportado documentos que apuntan a que las cuatro bodegas implicadas «han venido comercializando como vinos de crianza, reserva y gran reserva caldos que no cumplían con los requisitos de elaboración de los mismos, ni en periodo mínimo de envejecimiento ni en la permanencia en barrica de roble ni en botella».
En el auto se citan varios casos en los que se observa que los datos aportados por las compañías a la DOP de Valdepeñas sobre la cantidad de vino vendida bajo su sello en cada categoría (crianza, reserva o gran reserva) son inferiores a las compras de estos mismos productos registradas por sus principales clientes.
De esta forma, el cruce de las cifras hace concluir al Ministerio Público que existe un desfase que también está «avalado por la existencia de expedientes sancionadores de la Consejería de Agricultura» de Castilla-La Mancha.
«El hecho de que las bodegas declaren a la administración autonómica una cantidad de vino vendida a los clientes y que estos clientes declaren cantidades diferentes, muy superiores a las declaradas por las bodegas, supone un indicio de falta de trazabilidad, así como de irregularidades en la comercialización», reza el auto.
El juez señala que además de un delito de publicidad engañosa, los hechos podrían constituir «una posible defraudación o estafa» -aunque precisa que sus consecuencias aparentemente son «exclusivamente económicas»-, a lo que se suma otro cargo por falsedad documental.
Además de las bodegas como sociedades jurídicas, han sido declarados como investigados (antes llamados «imputados») los administradores de las empresas: Félix Solís Yáñez, José García Carrión Jordán, Francisco Navarro López, Fernando Castro Alcarazo y Fernando Castro Parrilla.
La Fiscalía ha aportado datos sobre el ejercicio 2018, cuando detecta grandes diferencias (de cientos de miles de litros en algunos casos) entre las ventas declaradas por las cuatro bodegas en crianza, reserva y gran reserva y los registros de compra obtenidos de sus principales clientes.
Como ejemplo, en aquel año Félix Solís vendió 615.000 litros más de vino de crianza de 2018 a seis clientes de lo declarado oficialmente a la DOP de Valdepeñas, y García Carrión comercializó 880.000 litros más de lo notificado formalmente al órgano regulador como gran reserva.