Castilla-La Mancha incorpora 132 nuevos rastreadores más y avanza un grupo de trabajo con Madrid y Castilla y León para «homogeneizar» medidas.
El director general de Salud Pública, Juan Camacho, ha reiterado la petición del Gobierno de Castilla-La Mancha de «responsabilidad social» para reducir los números de infecciones por COVID-19, y con ello los fallecimientos, porque de no hacerlo la tendencia es «duplicar» los contagios en «cada pocos días».
Es la principal reflexión que ha realizado Camacho este jueves en rueda de prensa para analizar la evolución de la pandemia en la región que, según ha expuesto, ha dejado en los últimos siete días un total de 4.115 casos registrados, 35 fallecimientos y 511 ingresados en cama convencional y otros 50 en unidades de cuidados intensivos (UCI) en centros hospitalarios de la comunidad.
«La lucha contra el virus continua, sigue dando guerra y el que se hayan producido más de 4.000 contagios en una semana nos dice que hay que redoblar el cuidado, las medidas de control, que no solo son necesarias sino imprescindibles», ha defendido.
Camacho, que en la parte positiva ha señalado «la capacidad de diagnóstico, de rastreo y de seguimiento de casos», ha alertado de la importancia de «multiplicar» la estrategia de «detección precoz y de diagnóstico», así como la de «vigilancia» para invertir la curva hacia «abajo».
«Cada vez que aplicamos medidas implica restricciones de las libertadas individuales y sociales, que van encaminadas a poder contener y controlar la expansión, que no eliminarla, como nos gustaría, y son siempre medidas duras, pero ello está basado en datos técnicos y criterios epidemiológicos», ha subrayado.
Y, ello, porque «pueden ser beneficiosas para el transcurso de la epidemia, tanto en el ámbito geográfico como en el de intensidad, buscando el mayor equilibrio posible», ha ampliado Camacho.
El director general ha añadido que «es enormemente importante» el control que se realice que «hará que salvemos o no vidas, la manera de trabajar en los hospitales, que evitará que se produzca un colapso» y, de ahí, el que haya insistido en «la responsabilidad» para evitar el riesgo individual y colectivo.
«Cada vez que alguien se salta un confinamiento puede poner en riesgo a toda la sociedad y a la suya propia y ruego, por ello, que más allá de las medidas, los sacrificios enormes, que ayudemos a la tarea de responsabilidad», ha alertado.
Ya en el apartado de vigilancia, Camacho ha expuesto que se han ampliado en 132 el número de efectivos, que se han repartido por todas las gerencias del Servicio regional de Salud (Sescam), y también que se ha diseñado un programa formativo al que se han sumado más de 1.500 profesionales.
Además, ha avanzado que entre esta y la próxima semana se van a incorporar otros 25 profesionales que «va a duplicar, así, el número de efectivos de vigilancia epidemiológica y si necesitamos más los pondremos», ha sido tajante.
A preguntas de los periodistas, Camacho ha señalado la preocupación por la situación de la vecina Comunidad de Madrid, sobre todo en lo que afecta a las zonas de La Sagra, de Toledo, y el Corredor del Henares, de Guadalajara, pero «nos llena de esperanza» las medidas que se van a adoptar por parte de sus autoridades.
En este punto, ha valorado la creación de un grupo de trabajo técnico entre esa comunidad y las dos castillas, de la mano del Ministerio, «para establecer y adecuar medidas lo más homogéneas posibles», ya que, ha asumido, «cuando Madrid se constipa, los demás tenemos fiebre».
Por último, ha subrayado que no hay previsto confinar «a tenor de los datos que tenemos en estos momentos» ningún municipio de la comunidad, si bien «los datos se depuran cada día», ha aclarado.