Juana Rivas ha abandonado ya el establecimiento penitenciario en el que ingresó el pasado viernes, porque se le ha concedido un tercer grado penitenciario.
Juana Rivas ha salido este martes del Centro de Inserción Social (CIS) Matilde Cantos de Granada para cumplir condena en su casa con control telemático. El pasado día 11 de junio ingresó en el centro para cumplir la condena de dos años y medio de prisión que se le impuso por no haber entregado a sus hijos al padre en el verano de 2017.
«Nos alegra mucho anunciarles que Juana Rivas ha abandonado ya el establecimiento penitenciario en el que ingresó el pasado viernes, porque se le ha concedido un tercer grado penitenciario. Esto significa que permanecerá en su domicilio, del que podrá salir para sus tareas habituales, estando supervisada mediante un brazalete de control telemático», ha comunicado su abogado.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha decidido clasificar a la interna en tercer grado y se le ha aplicado el artículo 86.4 del Reglamento Penitenciario, lo que supone cumplir la pena en casa con pulsera telemática. Esta decisión se ha tomado, tal y como establece la normativa, gracias a que Rivas ingresó voluntariamente en el centro, que la condena es inferior a 5 años y que se trata de su primer delito.
A todo esto hay que sumar además su adaptación social y el apoyo familiar del que goza, otros requisitos que quedan establecidos en la normativa penitenciaria para conceder un tercer grado en régimen abierto.
El acceso directo al tercer grado está regulado por una Instrucción de 2007 aprobada cuando Mercedes Gallizo dirigía la Secretaría General, y el control telemático por una de 2019.