Juan Carlos primero, Rey de la Democracia.

juan carlos rey familia britos portugal
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Primero aclarar que este ensayo está escrito por Pedro de Lorenzo y Macías

Don Juan Carlos I, el Rey de la Democracia.

¡Ya los pueblos de España dejaron en olvido las calamidades, sufrimiento de muchos españoles! Una guerra, motivada por egoísmo político, nos llevó a un enfrentamiento bélico estúpido, generando atrocidades en los dos bandos. Muchos tuvieron que emigrar, llevando en sus corazones nostalgia, morriña y tristeza.

En el año 1938, un cinco de enero, nace el Roma Juan Carlos de Borbón; la familia real había sido expulsada de España, al inicio de la Segunda República. Su infancia fue dura, como todos los que sufrimos las consecuencias de demagogos políticos. Tuvimos que adaptarnos a un régimen monocolor, de unas creencias totalitarias. Durante el mandato del General Franco, en nuestra nación, hubo aciertos y varias desavenencias. Dejamos este punto para los excelsos eruditos.

El régimen franquista lo eligió como heredero para llevar el timón de esta gran nación: España. Su formación fue dura y de gran esfuerzo. (1955-57), inicia su instrucción militar en la Academia Militar de Zaragoza; al año siguiente, recala en La Escuela Naval de Marín. (1958-59) finaliza sus estudios militares en la Academia General del Aire de San Javier, en Murcia.

Completó su formación en la Universidad Complutense: Derecho Político e Internacional, Economía y Hacienda Pública, sin necesidad de plagiar sus tesinas o proyectos de formación universitaria.

Muerto Franco. (1975), fue proclamado Rey de España por las Cortes Españolas, tras prometer acatar los principios del movimiento nacional. En su pensamiento, en sus ideales, le llevaron a luchar por la democracia. En 1976, promueve la Ley para la Reforma Política, votada en el Congreso de los Diputados y refrendada por un 94%.

Se inicia la Transición Española para la Democracia. Elige a Adolfo Suarez para realizar tal cometido, desmarcándose de la ideología franquista. Fueron años duros, difíciles: el hermanar distintas ideologías, legalizar partidos en la clandestinidad no fue un trabajo fácil. «He aquí a un demócrata». Fue transparente y delegó el poder en el pueblo, sin demagogias, ni engañosas promesas. Es el Rey de la Democracia.

Nuestra Monarquía tiene como objetivo principal el bienestar de todos los españoles. El 14 de mayo de 1977, su padre, el Conde de Barcelona renuncia a sus derechos dinásticos en favor de su hijo Juan Carlos. Con la renuncia de Juan de Borbón, Juan Carlos I es reconocido a nivel mundial como rey de España. Su hijo Felipe asumió el título de Príncipe de Asturias (1-11-77). El comentario de Don Juan de Borbón, habla por sí solo, durante la ceremonia de su renuncia «con mucho amor a España y cariño por mi hijo».

Se legalizaron partidos de distintas ideologías, ya ocultos en España, ya exiliados en otros países. Recordad la gran euforia por todos los pueblos de nuestra nación: banderas de otras ideologías políticas, festejos. ¡Ya la Pasionaria, ya Carrillo, podían exponer sus ideales sin censura! Los mandatarios de distintos partidos dieron ejemplo de respeto mutuo y entre ellos, confeccionaron la Constitución de 1978.

En esta Constitución se define las funciones del rey, siendo apolítico y convirtiendo España en una monarquía parlamentaria; en el artículo 57 la Constitución le reconoce como heredero legítimo de la dinastía histórica. La Constitución fue ratificada por los pueblos de España en el referéndum del 6 de diciembre 1978, con una participación del 80-90%, consiguiendo un récord histórico: la mayoría de ideologías de centro izquierda fueron los más concurrentes. (En la actualidad reniegan lo que firmaron sus líderes, ocasionando caos, odio y división). La Constitución fue sancionada por el Rey el 27-12-1978, víspera de «los inocentes». El 15 de junio de 1977 se celebran elecciones generales en democracia.

Suarez es elegido Presidente, bajo las siglas de UCD. Los parlamentarios, diputados y senadores de todas las formaciones políticas, aprobaron nuestra Constitución Vigente, refrendada por los pueblos de Españael 6-12-78. En marzo de 1979 se celebran las segundas elecciones generales. Suarez fue reelegido presidente del Gobierno. En las elecciones municipales, la unión del PSOE y PCE ocuparon los ayuntamientos principales de nuestra nación. Este hecho democrático generó dificultades políticas, sociales y económicas.

En 1980, el PSOE ejerce una moción de censura que no prosperó, pero tuvo sus consecuencias. La mayoría del partido de Suarez lo censura. (Unión de Centro Democrático). Suarez dimitió con este mensaje: «Yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la historia de España».

El 23 de febrero de 1981, se celebraba en el Congreso la segunda votación de investidura a la presidencia de Leopoldo Calvo-Sotelo. Interrumpe el teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero; dispara al techo y hace rehenes a todos los diputados; el teniente general Jaime Miláns del Bosch ocupó las calles con sus tanques; hubo diversos conatos en otros puntos; se hacen con el control de los estudios de Televisión Española, en Prado del Rey.

El Rey de la Democracia interviene en la televisión pública; desautoriza la insurrección, dando ejemplo de demócrata, de luchar por la unidad de todos los pueblos que forman España. Con este hecho, convenció a españoles y extranjeros que apostaba por la igualdad, respeto y unidad. (Algunos comentaron que fue nuestro Monarca el instigador de este hecho; ya florecían los demagogos).

Recordemos sus breves palabras que serenó a todos los partidos, a todos los pueblos: “La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la Patria, no puede tolerar, en forma alguna, acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de referéndum. (24-2-1981)”

Con estas breves pinceladas, creemos que pasará a la historia como el Primer Rey Democrático de España. Comentaremos su defensa de nuestros representantes en el exterior.

En el año 2002 Hugo Chávez protagoniza el golpe de Estado en Venezuela. Aznar se sumó a la declaración conjunta, declarando su rechazo a este hecho; condenando los actos violentos que originaron una gran multitud de víctimas. El 9 de septiembre del 2007 se celebra XVII Cumbre Iberoamericana. Hugo Chávez, en su discurso, descalificó y se empecinó contra Aznar. Al día siguiente, durante la firma de los presidentes en el libro de acuerdos, volvió con la misma retahíla contra Aznar.
El presidente Zapatero, en su turno, solicitó respecto para el expresidente Aznar. Hugo Chávez le interrumpía el discurso, con insultos contra Aznar. El Rey de la Democracia exhaló: «¿Por qué no te callas?» He aquí a un embajador español, el Rey de los Pueblos de España, defendiendo a sus presidentes, a la democracia. Hubo confusión y Zapatero finalizó su discurso manifestando una ambigüedad en defensa de su antecesor. Volvieron comentarios populistas. Su majestad abandonó la cumbre.

Hubo reacciones distintas en nuestros políticos. Y reacciones en Venezuela. Financiaron a un grupo de sofistas populistas, con la finalidad de sembrar división y caos en los pueblos de España.

El timón y sostén democrático era y es la Corona. Lograron por medio de los medios generar desconfianza entre algunas de las autonomías sobre la Corona. Mezclan asuntos de Estado con la vida particular de nuestro monarca. En todas las familias, agrupaciones de índole distinta, surgen problemáticas. Acosan con violencia a la Casa Real, en la persona de nuestro Rey. Ante este panorama, el 2 de junio de 2014, manifiesta su intención en abdicar en su hijo Felipe, que inicia su reinado como Felipe VI.

La abdicación se hace de acuerdo con la fórmula que contempla nuestra Constitución; esta estipula que debe ser refrendada por una ley orgánica; fue aprobada por gran mayoría del Congreso y El Senado. Publicada en el Boletín del Estado, los partidos republicanos, movimientos separatistas ocuparon las calles, reivindicando la república, solicitando un referéndum para decidir la forma de Estado.

Observamos banderas tricolores republicanas, las promesas del Movimiento 15-M, engatusando a muchos jóvenes, con promesas engañosas. La participación no cuajó, ya que la mayoría de los españoles estaban de acuerdo con Nuestra Constitución.

Inicia su reinado Felipe VI con diversas problemáticas, ya en la Casa Real, ya en su lucha para una convivencia pacífica, de acuerdo con la Carta Magna. Los esfuerzos para unificar una nación dividida por satélites sofistas no llegaron a cuajar. Estamos en una demagogia de políticos en busca de sus egoísmos, de cobrar de los españoles grandes asignaciones, dejando en olvido los problemas reales de nuestros ciudadanos.
Ante este caos, decide jubilarse y no representar a la monarquía en actos protocolarios, ya que el acoso a la Casa Real era dirigido a un Rey que motivó la democracia, derivada, en la actualidad, en una demagogia de políticos en busca del poder, de su bienestar.

Una de las grandes aficiones de Don Juan Carlos es la vela, el surcar rías, mares. Ya en su juventud, esta engatusadora ría pontevedresa lo hechizó con sus nítidas aguas de verde-azul, de sus caprichosos vientos, de las embrujadoras islas, del gran cariño de los pueblos que la habitan.

Un viernes, 12 de julio, Don Juan Carlos, su esposa la reina Sofía y su hija, la infanta Elena, recalan en Sanxenxo. Los homenajeó la presencia del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Fondeó cerca de la playa del Silgar; la embrujadora noche, el bello colorido del buque, resplandecieron un enigmático colorido en las aguas de misterios escondidos.

Durante tres días, Sanxenxo se repobló, originando gran riqueza para autónomos, para hostelería, comercios. El aplaudir, observar al Rey de la Democracia y familia Real, era el mejor atractivo. Los satélites demagogos manifestaron su indignación de su presencia, alegando insultos y no respetando la vida privada de cada persona. (Un principio de la verdadera democracia).

El domingo, a bordo, navegaron a Marín. Pasados unos días, en pequeña tertulia, se comentó: «He de reconocer que con la visita de este Rey, Sanxenxo enriquece». El comentario fue uno de los que le tildó de generar gastos a los españoles. Otro manifestó: «Como empresario, le subvencionaría toda estancia en este municipio».

Sé que mi escrito generará polémica. No me motivó ningún interés político, ya que no creo en ellos. Siempre he deseado una verdadera democracia: discutir los asuntos de estado, sin insultos, sin descalificaciones. Todas las instituciones, todas las familias, tenemos nuestras problemáticas; debemos asumirlas, ni no reflejar nuestras miserias en personas contrarias a nuestros pensamientos.

Nos lo recuerda Don Antonio Rey Soto, con uno de sus poemas.
«¿Y habéis cogido contra él la piedra?
Antes que la arrojéis, por Dios, teneos:

meditad y decidme:
¿No fue Cristo quien escogió al tabelión Mateo, y perdonó a la adúltera,
y de la Magdalena aceptó el beso, y a la Samaritana pidió el agua,
y a Dimas le dio el Cielo, y, en cambio, lleno de ira, tuvo la boca para el
fariseo, y el látigo en la mano para los que traficaban en el templo?
Mirad si acaso lapidando a éste, en él a Cristo lapidáis de nuevo».

Antes de comentar, reflexionad. No lancéis dardos engañosos; el tiempo los retorna a vuestro seno, quedando todos los enemigos de la democracia en evidencia ante la historia.

Luchemos por la unidad, paz entre nuestros pueblos. Demos nuestra confianza a la monarquía. Son los mejores y únicos embajadores de nuestros pueblos. Ved la gran relevancia de nuestro rey Felipe VI. Una persona muy cercana al pueblo y un verdadero demócrata. De ello doy fe. En el año 1987, en un baile en Liceo Casino, un guardiamarina, sin querer, me empujó y derramé mi vaso, de un combinado, encima de Don Felipe. Le pedí excusas; no lo había reconocido. Los de mi panda me pusieron a caldo. Volví para excusarme, se levantó, me estrechó la mano: «No se preocupe, el uniforme lo financia mi amigo».

¡Salus, felicitas, alea!

Pedro de Lorenzo y Macías. Sanxenxo, 24 julio del 2019.
Ensayo: @Pedro Lorenzo Macías

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