El Basket Globalcaja Quintanar no pudo volver al sendero de la victoria tras caer 83-64 ante el Movistar Estudiantes. Un partido que se decidió en el tercer cuarto con acciones puntuables pero determinantes en las que se añadió un aspecto que el técnico del equipo conquense, Juan Carlos Navarro, no paso por alto.
El encuentro se desarrolló a sabiendas del complicado y competitivo partido que le esperaba a los quintanareños. «Sabíamos que es un equipo con jugadores que algunos están en dinámica de entrenamiento de equipo ACB, esperábamos un partido duro, físico y así fue, pero no tenemos problema en ello, porque el equipo sabe adaptarse a estas condiciones», explicaba Navarro.
Así, el equipo se fue al descanso con la sensación de poder haber hecho algo más, «con muchas situaciones de tiro bien elegidas pero donde no entró el balón», tal y como señala el técnico y otras en defensa donde el Quintanar concedió demasiados rebotes. Pese a todo, el juego de los conquenses estaba siendo bueno y sólo les quedaba la vía de seguir intentándolo.
«Al inicio del tercer cuarto salimos bien. Hicimos dos buenos ataques, dos buenas defensa y nos mantenemos igualados durante dos o tres minutos hasta que llega un punto en el que hay un cambio de criterio que nos perjudica». Navarro explica que los colegiados del partido advierten a sus jugadores de que no podían pasar los bloqueos con tanta fuerza. Un mensaje que choca al entrenador del Quintanar, «pues el equipo rival estaba haciendo justamente lo mismo». «Nos quedamos diciendo ¿entonces no competimos? El partido estaba siendo de contacto, pero no nos preocupaba, pero a partir de ese momento comienzan a sancionar al bloqueador, se pitan faltas incomprensibles y se les dice a mis jugadores que no puede pasar los bloqueos como los estaban pasando. A partir de ahí vienen tres acciones que son tres triples como consecuencia y se nos va el partido, los chicos se vinieron abajo porque no podían competir en igualdad de condiciones».
Es por eso que, más allá de la derrota, Navarro se mostró contrariado por esta actitud que advierte que no es nueva. «El equipo estuvo bien, más allá de si se hubiera ganado o perdido, nos queda el mal sabor de boca porque no nos dejan competir, y en ese sentido estamos hartos, por no decir otra palabra. Parece que Quintanar, un pueblo de siete u ocho mil habitantes no puede ir a competir a la capital de España, a competir contra equipos de Madrid», enfatiza el preparado que asegura que su equipo tiene el mismo derecho, «pero parece que molesta un poco que un pueblo de Cuenca esté ahí arriba. El año pasado ya vamos ese tipo de actitud y este año se está volviendo a repetir».
No obstante, el técnico sacaba conclusiones positivas más allá de este hecho, destacando que su equipo volvió a mostrar garra y actitud y espera que las buenas sensaciones tengan su premio este fin de semana en la vuelta al Municipal Miguel Ángel Lancho contra el Estudio. Además, el equipo contará con el aliciente de tener a su afición en las gradas por primera vez en toda la temporada.