Joe Biden, ha anunciado medidas con las que busca transformar la electrificación del sector del automóvil, vencer a China y devolver al país el liderazgo del sector.
En presencia de los líderes de los 3 mayores fabricantes de automóviles del país, General Motors, Ford y Stellantis, el presidente de EEUU ha firmado en los jardines de la Casa Blanca una orden ejecutiva con la que busca que para 2030 la mitad de los coches que se vendan en el país sean eléctricos. Por su parte, GM, Ford y Stellantis apoyan las medidas anunciadas por la Casa Blanca.
«Competición con China»
Biden insiste en que el país está «en una competición con China, y muchas otras naciones, por el siglo XXI» y para ganar hay que asegurarse de que «el futuro esté hecho en Estados Unidos». Asimismo, advierte que «el futuro del sector del automóvil es eléctrico y no hay vuelta de hoja».
Sin embargo, Biden admite que en la actualidad el gigante asiático lleva la delantera en la carrera por la electrificación del automóvil, ya que cuenta con el mayor mercado doméstico de vehículos eléctricos y el control de la producción de baterías. Aun así, asegura: «No hay razón por la que no podamos recuperar ese liderazgo. Pero nos tenemos que mover con rapidez».
Por su parte, la Unión Europea ha ordenado que para 2035 los fabricantes dejen de producir motores de combustión en favor de los eléctricos.
Menos del 2% de los vehículos son VE
En este momento, menos de un 2 % de todos los automóviles que se venden en EEUU son vehículos eléctricos. Esto coloca a Estados Unidos en el puesto número 20 de la clasificación mundial. Mientras, China duplica a EEUU y la tasa de crecimiento de su mercado doméstico es el doble de la del país norteamericano.
Reinstauran los estándares de consumo y emisiones
Asimismo, la Casa Blanca ha anunciado que reinstaurará los estándares de consumo y emisiones que fueron eliminados durante la presidencia de Donald Trump. Según afirman, los nuevos estándares proporcionarán beneficios netos de unos 140.000 millones de dólares y el ahorro de 757.000 millones de litros de gasolina en los próximos 5 años. Además, reducirá 2.000 millones de toneladas de contaminación de carbono.
Estiman que cada conductor se ahorrará una media de 900 dólares durante los próximos 5 años por el menor consumo de sus vehículos. Además, consideran que todas estas medidas permitirán reducir las emisiones de gases con efecto invernadero de los vehículos vendidos en 2030, en más de un 60 %, en comparación con las de los vehículos vendidos en 2020.