sin contrato hasta a 25 trabajadores y por despedir a una joven que se negó a abortar.
Ahora, una investigación de la brigada de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional ha culminado con la imputación por presuntos delitos de coacciones y contra los derechos de los trabajadores, según avanza ‘eldiario.es’.
El empresario, al parecer, empleaba con frecuencia trabajadores sin darlos de alta en la Seguridad Social y les pagaba, además, por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, sostiene el mismo medio.
Escondidos durante las inspecciones de trabajo
El propietario del local llegó a decirles a sus empleados que se escondiesen durante las inspecciones de trabajo. También se le imputa un delito de coacción por pedir a una de sus trabajadoras que abortase tras quedar embarazada, para lo que le llegó a ofrecer dinero. Al negarse, la joven fue despedida.
La Policía Nacional detuvo a F.J.G.Á. a principios del pasado mes de junio por el «empleo reiterado de ciudadanos extranjeros en situación de estancia irregular en España», además de por emplear a menores de edad.
También se le acusó entonces de «infracción de las normas de prevención de riesgos laborales con peligro grave para la salud» debido al brote de coronavirus.
Jornadas de 26 horas
En agosto, la policía arrestó a otro empresario de Bizkaia el dueño del local ‘Ajos y Cebollas del Txorierri’ por imponer jornadas de trabajo de hasta 26 horas y por pagar un salario de 5 euros la hora. Los empleados, además, carecían de contrato de permiso de residencia.
El hombre fue denunciado ante la Policía Nacional por mantener a sus empleados en un régimen cercano a la esclavitud.