«Será una buena ocasión para que el mundo árabe, toda la región del golfo, se muestre al mundo», dijo en una conferencia de prensa al término del 76 Congreso de la FIFA celebrado en Doha.
«Uno puede venir aquí y sentirse seguro. No todos somos iguales, pero podemos convivir. Es una gran oportunidad para todo el mundo viajar aquí y encontrarse con una nueva cultura y ver que ha habido avances en los derechos humanos» aseguró Infantino en la víspera del sorteo de los grupos del Mundial.
«Este balón», señaló tras tomar en la mano el esférico con el que se jugará el torneo, «no pertenece a nadie. Es de todos».
Infantino subrayó que «nunca habrá una Copa Mundial tan compacta, con los estadios en un radio de 50 km, con la posibilidad de que un aficionado vaya a dos partidos en un día, sin viajes para las selecciones».
Las fechas, entre noviembre y diciembre, permitirán que el Mundial se juegue «en lo mejor de la temporada, en el punto álgido de forma para los jugadores, y no al final de una temporada agotadora».
La posibilidad de un Mundial bienal «se debatirá sin prisa, porque el calendario actual está vigente hasta 2024», afirmó.
«Es mejor dedicarle el tiempo que necesite y hacerlo bien», añadió. «Puede ser positivo para una gran parte del mundo pero también hay una gran oposición», admitió.
«Somos conscientes que es importante debatir y convencer a todos de que hay que hacer algo más por el fútbol. Hay que pensar en qué es mejor para su desarrollo y no cerrarse en uno mismo», dijo.
Respecto al Mundial de Clubes, el presidente recordó que ya se había decidido «un nuevo formato con 24 equipos para junio-julio de 2021, pero se aplazó debido a la pandemia».
«Ahora no tenemos fecha, tenemos que verlo. Los clubes dicen que tenemos que lograr un mundial más emocionante e inclusivo», añadió.
Infantino, presidente de la FIFA desde 2016 y reelegido en 2019, anunció este jueves que optará de nuevo al cargo en el congreso que se celebrará a primeros de 2023.
El presidente se declaró «muy triste, destrozado, por lo que está ocurriendo en Ucrania».
«Ha habido otros conflictos, pero como vivo en Europa no era consciente», dijo, y agregó: «El fútbol tiene el poder de acercar a las personas pero no puede solucionar conflictos».