Indonesia libera al clérigo islamista radical Abu Bakar Bashir, ideólogo de los atentados de Bali

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Fue un sábado por la noche de 2002 cuando tres bombas mataron en Kuta Beach, la zona de copas más turística de la isla indonesia de Bali, a 202 personas. Son los atentados más mortíferos en la historia del país del Sudeste Asiático, obra de los terroristas de Jemaah Islamiyah (JI), una red vinculada a Al-Qaeda y fundada en los años 80 por militantes islamistas indonesios exilados en Malasia.

Detrás de los atentados, como ideólogo espiritual y cofundador de la red terrorista, estuvo un clérigo islamista radical llamado Abu Bakar Bashir. Tras las bombas en Bali, Bashir fue arrestado, pero los fiscales de Indonesia no pudieron probar su relación directa con la masacre y con el terrorismo, aunque fue sentenciado a 18 meses de prisión por «violaciones de inmigración».

No fue hasta 2011, cuando finalmente a Bashir le cayó una condena de 15 años –aunque la pena se redujo más adelante– por apoyar un campo de entrenamiento yihadista, donde reclutaban a soldados para que atentaran contra turistas extranjeros. Hace un par de años, en Indonesia empezó a correr el rumor de que Bashir recibiría el indulto por su edad (80 años) y sus problemas de salud. Entonces, el Gobierno de Indonesia confirmó que estaban barajando la posibilidad de que permaneciera en arresto domiciliario.

Nada más comenzar este 2021, las autoridades confirmaron la noticia que sus seguidores llevaban años esperando. «Bashir será liberado de acuerdo con la fecha de vencimiento de su condena», dijo en un comunicado Rika Aprianti, portavoz de la dirección general de correccionales del Ministerio de Derechos Humanos. 

Finalmente, ayer viernes, el líder radical fue puesto en libertad. Su familia fue a recogerlo en coche de madrugada a la prisión a las afueras de la capital, Yakarta. Han pasado casi 20 años del atentado en Bali. Víctimas de 21 países fueron asesinadas en la perla turística de Indonesia. Sobre todo, de Australia: 88 de los 202 fallecidos.

«La liberación de Bashir fue muy angustiosa para los familiares y amigos de las víctimas», ha dicho el primer ministro australiano, Scott Morrison. «La decisión fue dura y desgarradora. Australia siempre había pedido sentencias más duras, proporcionadas y justas para los involucrados en el ataque», concluía Morrison. La liberación de Bashir llega menos de un mes después de que la policía indonesia detuviera a Zulkarnaen, un alto dirigente de Jemaah Islamiya que estaba en busca y captura desde hace más de una década por su papel como jefe militar de la organización terrorista durante los atentados de Bali.

La célula que dirigía Zulkarnaen es sospechosa de haber organizado también el atentado suicida contra el hotel Marriott de Yakarta que dejó 12 muertos en 2003. Según cuenta en un reportaje de la BBC Sidney Jones, director del Instituto de Análisis de Políticas de Conflictos en Yakarta, las decisiones operativas del grupo terrorista estaban a cargo de Zulkarnaen, pero el clérigo Bashir habría dado luz verde a los atentados.

«No lo planeó. Pero él es la persona que podría haberlo detenido si hubiera dicho que no», asegura Jones. «Tras su liberación, será tratado como un anciano estadista por los grupos musulmanes conservadores a los que les gustaría ver una mayor ley islámica en Indonesia. Pero no creo que sea probable que inspire una nueva ronda de extremismo violento».