India reabre este viernes las puertas a los ciudadanos extranjeros después de más de 1 año luchando contra la pandemia del coronavirus, que ha dejado devastadoras consecuencias en el país, especialmente a nivel social.
El Gobierno indio ha confirmado que abrirá las puertas del país pese a que todavía no ha dado instrucciones ni qué requisitos serán obligatorios para poder viajar allí. Lo que sí han dejado claro las autoridades es que todos los visitantes que accedan al país deberán seguir los protocolos y normas dictadas por Sanidad para hacer frente a la COVID-19.
Reapertura del turismo
El turismo, una de las actividades más lastradas debido a la pandemia, tiene especial cabida en la agenda del Gobierno indio, que prevé otorgar 500.000 visados gratis para tratar de reactivar el sector y dar un impulso a su economía.
Meses muy duros por la COVID-19
La variante Delta, también denominada B.1.617.2, fue identificada por primera vez en India en diciembre de 2020. Una mutación de la cepa original más contagiosa y transmisible. Esta nueva variante provocó un colapso en los servicios sanitarios: hospitales totalmente desbordados y sin capacidad para atender a los enfermos.
Incineraciones masivas
Asimismo, hace tanto solo unos meses, las autoridades de Nueva Delhi tuvieron que incinerar cadáveres al aire libre e incluso enterrarlos en la orilla de los ríos a causa del masivo incremento de fallecimientos diarios y la incapacidad de las morgues para acoger los cuerpos sin vida.
Récord de pinchazos
Ahora, y tras una intensa lucha que se ha cobrado muchas vidas, el país comienza a ver la luz. Y lo hace, en gran medida, por el éxito en su campaña de vacunación. Este país ha logrado superar el récord de inoculaciones diarias en una sola jornada.