En una reciente revisión por el Banco de España, destacada en su Informe Anual, se pone de manifiesto la creciente carga fiscal sobre los ingresos de los ciudadanos españoles, especialmente en el contexto del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Este tributo, que representa la principal fuente de recaudación de Hacienda y afecta directamente a la clase media, ha sido objeto de especial atención debido a sus implicaciones en la economía doméstica y la equidad fiscal.
Recaudación Aumentada por la Inflación
El informe del Banco de España señala que el notable incremento de los ingresos públicos en los últimos cuatro años se debe en gran medida al IRPF. Este aumento se atribuye no tanto a un crecimiento real de los sueldos, sino a un efecto inflacionario que ha inflado artificialmente la base nominal de tributación. Este fenómeno, conocido como «progresividad en frío», implica que pequeños aumentos en los ingresos se traducen en un incremento desproporcionado de la carga tributaria debido a la falta de ajuste de los tramos del IRPF frente a la inflación.
El Fenómeno de la Progresividad en Frío
La progresividad en frío se produce cuando los tramos de ingresos del IRPF no se ajustan adecuadamente para reflejar la inflación, resultando en una mayor carga tributaria para los contribuyentes sin un aumento real de ingresos. El Banco de España calcula que los tipos medios efectivos del IRPF han aumentado del 12,8% en 2019 al 14,7% en 2023, con un 70% de este incremento explicado por la progresividad en frío. Este efecto ha impactado principalmente a los contribuyentes de ingresos medios, que son los más afectados por este impuesto.
Consecuencias para las Rentas Medias
El informe ilustra cómo un incremento del 1% en los ingresos de un hogar podría resultar en un aumento del 1.85% en la recaudación del IRPF, debido a que los incrementos de renta se gravan a un tipo marginal superior. Este mecanismo hace que los aumentos salariales nominales, impulsados por la inflación, resulten en una mayor carga tributaria efectiva para los contribuyentes.
Perspectivas Futuras
Si las condiciones actuales persisten, y sin una actualización de los tramos del IRPF, se estima que la recaudación de este impuesto como porcentaje del PIB podría alcanzar el 9% para 2025, lo que representaría un aumento significativo respecto al nivel de 2019. Esta situación pone de manifiesto la urgencia de revisar y ajustar la política fiscal para evitar una erosión continua del poder adquisitivo de los ciudadanos.