extranjeros de entre 30 y 40 años que se infiltren y faciliten la labor policial donde no se cumplan las medidas sanitarias por el coronavirus, según el diario ‘The Guardian’.
Fiestas ilegales en viviendas privadas
Según los últimos datos de Sanidad, Ibiza ha notificado 63 nuevos contagios, 77 personas se encuentran ingresadas en planta y 9 pacientes están en la UCI. A pesar de estar en la quinta ola de la pandemia, las fiestas ilegales continúan y se han convertido en uno de los problemas para las instituciones de la isla, ya que, probablemente, Ibiza es la isla de Baleares donde más vida nocturna hay y una de las que más turistas atrae.
«No son solo un tema relacionado con el orden público, como siempre lo han sido, sino que ahora suponen un riesgo evidente para la salud de las personas», señala el vicepresidente primero del Consell, Mariano Juan. «La propia Policía dice que es difícil para ellos infiltrarse, como los conocen los lugareños. Así que tenemos que buscar ayuda fuera «, señala.
Asimismo, apunta que la mayoría de estas fiestas ilegales se llevan a cabo en domicilios particulares y se promocionan en las redes sociales o en establecimientos turísticos, atrayendo a una mezcla de turistas, lugareños y trabajadores de temporada. Por esta razón, los funcionarios locales estarían ahora en conversaciones con una empresa para buscar la manera de formar un equipo que pueda ayudar a la Policía a detectar estas fiestas ilegales. «No es fácil ya que el perfil que buscamos es de extranjeros entre 30 y 40 años, pero llevamos dos semanas trabajando en él», comenta Juan.
Modificaciones legislativas
Por su parte, el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, ha vuelto a pedir al Govern modificaciones legislativas que den herramientas a los ayuntamientos para frenar las fiestas ilegales. Asimismo, el presidente ha explicado que los botellones o fiestas ilegales, en el 90% de los casos, tienen lugar en viviendas privadas y no turísticas.
Según el presidente, «no se puede luchar contra una pandemia únicamente con unas leyes que fueron redactadas en un momento en el que nadie imaginaba que podríamos vivir una situación como la actual». Además, lamenta que el propio Govern señale que «una vez han comenzado las fiestas, no hay demasiado que se pueda hacer».