La doctora Sara Bravo, médico de familia del Centro de Salud de Mota del Cuervo, que falleció el pasado 28 de marzo por COVID-19 con tan sólo 28 años, ha sido nombrada, a título póstumo, Molinera de Honor.
Los profesionales de la Gerencia de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y la doctora Sara Bravo, la primera sanitaria fallecida por COVID-19 en Castilla-La Mancha, han sido galardonados por la Asociación ‘Amigos de los Molinos’, de Mota del Cuervo (Cuenca).
En un sencillo y emotivo acto en la Sierra de los Molinos, la asociación ha hecho entrega de sus galardones 2020, un reconocimiento por las fiestas en honor a la Señora de los Ángeles, la Virgen de Arriba, patrona de los molineros, que se celebra el primer fin de semana de septiembre.
La doctora Sara Bravo, médico de familia del Centro de Salud de Mota del Cuervo, que falleció el pasado 28 de marzo por COVID-19 con tan sólo 28 años, ha sido nombrada, a título póstumo, Molinera de Honor, ha informado la Asociación ‘Sanidad Mancha Centro’, de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
Su madre, Teresa López, muy emocionada, ha sido la encargada de recoger este reconocimiento.
El segundo galardón, el de Quijote Universal, Dulcinea y Molinero Universal, lo ha recogido el gerente del Área Integrada de Alcázar de San Juan, el doctor Lucas Salcedo, en representación de todo el personal que trabaja en la gerencia alcazareña.
El doctor Salcedo ha agradecido esta distinción «en nombre de todos los profesionales que tengo el honor de representar en este acto y desde el permanente recuerdo y homenaje por los que ya no están».
En este pequeño homenaje han participado también el alcalde de la localidad, Jacobo Medianero, junto a miembros de la Corporación, y el director del Centro de Salud de Mota del Cuervo, Vicente Herranz, y compañeros de la doctora Sara Bravo y algunos representantes de las diferentes asociaciones el municipio.