Audiencia Provincial de Baleares enfrentará este viernes a un hombre acusado de intentar matar a su esposa. El hecho ocurrió el 8 de marzo de 2018 y ha consternado a la sociedad balear y española, poniendo de relieve la gravedad de la violencia doméstica. El Ministerio Fiscal solicita una pena de diez años de prisión para el sujeto.
Un desacuerdo que culmina en violencia
Todo comenzó con una discusión con su cónyuge por la negativa de esta a evitar salir con sus amigas. Cuando la mujer insistió en que seguiría viéndose con ellas, el hombre, frustrado y furioso, la tomó por los hombros y la llevó a la fuerza al baño. Las palabras hirientes como ‘eres una mierda’ o ‘no vales para nada’ no tardaron en llegar.
De la discusión al intento de asesinato
Lo que inicialmente parecía ser una discusión escaló rápidamente a un intento de asesinato. Según el relato del Ministerio Fiscal, el acusado estranguló a su esposa con su propia bufanda, arrastrándola hasta la cama e intentando asfixiarla. El intento desesperado de la mujer por gritar no logró detener al acusado, quien continuó apretando la bufanda.
La escalada de violencia
No contento con el intento de asfixia, el acusado continuó con su ola de violencia, golpeándola en el rostro y dando un cabezazo en su nariz. Después, amenazó con una navaja a su esposa, diciéndole ‘lo tengo que hacer, aunque vaya a la cárcel, yo a ti te mato’.
El escape y la denuncia
En medio del miedo y la desesperación, la mujer empujó a su esposo y se cortó la mano con la navaja. Sin embargo, logró escapar y buscar ayuda en una amiga cercana. Este acto de valentía ha marcado el inicio de un proceso legal contra el acusado.
Consecuencias legales: Diez años de prisión y más
El Ministerio Público considera los hechos como un intento de homicidio y por ello solicita diez años de prisión para el acusado. Además, propone prohibirle acercarse o comunicarse con la víctima durante 12 años. También se pide que el acusado pague una indemnización de 976 euros por las lesiones físicas causadas y 3.000 euros por los daños morales.
En casos como este, la justicia española se ve en la obligación de actuar con firmeza para enviar un mensaje claro de rechazo a la violencia doméstica. La sociedad, por su parte, debe seguir exigiendo y promoviendo acciones que aseguren el respeto y la dignidad de todas las personas.