Google traslada 34.000 millones de euros de beneficios al paraíso fiscal de las Bermudas para «tributar al 0%»

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Google utilizó el paraíso fiscal de las Islas Bermudas para no pagar impuestos sobre 34.000 millones de euros (40.957 millones de dólares) de beneficios que recaudó entre 2016 y 2018. La multinacional recoge en sus cuentas que no pagó impuesto de sociedades por esas ganancias ya que «la tasa impositiva en Bermudas es del 0%».

Las multinacionales digitales como Google utilizan un entramado societario basado en divisiones locales que pagan a sus matrices, radicadas en paraísos fiscales, por conceptos como propiedad intelectual, uso de su tecnología o de la marca. La matriz europea de Google, Google Ireland Holding Unlimited Company, tiene su cuartel general en Dublín pero su sede fiscal en Bermudas, según se recoge en el Registro Mercantil de Dublín.

En 2018, el último año con cuentas disponibles, esa sociedad gestora de Google ubicada en las islas del Atlántico Norte declaró unos ingresos de 18.300 millones de euros recibidos por la prestación de servicios a sus distintas filiales, un 15% más que un año antes. Sus ganancias netas durante ese ejercicio fueron de 12.731 millones de euros, detalla el mismo medio.

Esta situación cambiará en las próximas cuentas de resultados, adelantó la compañía a finales del año pasado. La sociedad receptora de los beneficios pasará a estar ubicada en EEUU. «Hemos simplificado la estructura de nuestra entidad legal corporativa y ahora licenciamos los derechos intelectuales desde EEUU, en lugar de hacerlo como hasta ahora desde Bermudas, lo que afectará nuestra distribución geográfica de ganancias», declaró.

Mediante el pago a matrices radicadas en paraísos fiscales, las multinacionales digitales pueden reducir las cifras de beneficios que declaran en los países donde está ubicada su sede social. En la UE, utilizan un paso añadido para disminuir la tasa impositiva.

Google, Facebook o Apple has establecido sus sedes sociales en Irlanda para aprovechar las tasas impositivas especiales que Dublín concede a las tecnológicas para atraerlas al país.