El Ayuntamiento ha abierto un informe sobre la marcha de las obras en Concheiros al detectar algunos fallos, y recibir quejas de los vecinos. De esta forma, en la tarde de ayer ya se estaban colocando más vallas de protección y corrigiendo algunos aspectos.
El objetivo del Ayuntamiento, según explicaba el concejal de Obras, Javier Fernández, es que los trabajos puedan estar lo suficientemente avanzados como para que la calle se pueda reabrir al tráfico a partir del próximo mes de septiembre, aunque todavía queden los últimos retoques para completar el proceso, para que así pueda ser utilizada por los residentes en la zona y los peregrinos que lleguen a Santiago.
En este sentido, señaló que una de las prioridades es la seguridad en los trabajos, y que por ello se había decidido dar un toque de atención.
Además, está previsto reforzar las brigadas que actualmente están realizando las obras durante los meses de verano, algo que además facilitará la prevista finalización de los trabajos en la avenida de Lugo y el cruce con Fontiñas, ya que se trata de la misma empresa.
Con todo, al tratarse de una zona histórica, las sorpresas están siempre al orden del día, porque muchas de las remodelaciones previas se llevaron a cabo en épocas en las que no se registraba todo en los planos con la suficiente minuciosidad.
Así, a la aparición de una línea eléctrica que no estaba documentada, y que obligó a modificar el proyecto original al poco de comenzar los trabajos, se sumó hace unas semanas el hallazgo de una conducción de agua que tampoco debía estar allí.
Pero la mayor sorpresa llegó esta semana, según explicaban ayer en el Ayuntamiento. Al realizar mediciones en la margen izquierda en dirección a la plaza de San Pedro, los técnicos descubrieron en uno de las zonas situadas a un nivel más bajo de la calle la presencia de unas construcciones de las que no constaba que hubiera licencia.
Se trata de unos espacios construidos al parecer a finales de los años setenta, y que estarían ocupando aparentemente una superficie que es de titularidad municipal. Incluso algunos vecinos apuntaron la posibilidad de que una de ellas estuviera siendo utilizada como vivienda, a pesar de que solo tiene puerta.
Para aclarar la situación, se puso el caso en conocimiento del Departamento de Disciplina Urbanística, y que estudie el caso, y adopte las medidas que sean oportunas. De momento, los responsables municipales no han podido acceder a estos espacios, ya que aunque la titularidad en principio es pública, y su ocupación no prescribe; para acceder a ellos sería preciso contar con la correspondiente autorización judicial.