El programa COMPOST-IN, una iniciativa conjunta de la Fundación Juan XXIII, AMIAB y Endesa, ha concluido exitosamente en Puertollano. Este proyecto de formación está diseñado para personas con discapacidad, orientado a prepararlas para el empleo en actividades medioambientales vinculadas a plantas fotovoltaicas.
Capacitación Especializada en Energías Renovables
Durante el curso, que combinó 32 horas de formación teórica con 37 horas de práctica, los 13 participantes adquirieron habilidades en compostaje, desbroce bajo paneles fotovoltaicos, y cultivo y mantenimiento de pantallas forestales en plantas solares fotovoltaicas. Estas competencias son esenciales para el manejo de plantas renovables que buscan un equilibrio con el medio ambiente y contribuyen a la biodiversidad, promoviendo un uso del suelo que conserva su valor primario y es compatible con otras actividades agrícolas.
Compromiso con la Inclusión y el Medio Ambiente
El alcalde de Puertollano, Miguel Ángel Ruiz, tuvo el honor de entregar los diplomas a los graduados, marcando un paso significativo hacia su integración en el sector laboral medioambiental. El evento también contó con la presencia de Coral Rodríguez, concejal delegada de Medio Ambiente, Parques y Jardines; Gemma García, de AMIAB; Faustino Lorenzo Ciércoles, de Endesa; y Daniel Pérez, docente de la Fundación Juan XXIII.
Un Modelo Sostenible y Respetuoso
Este programa destaca por implementar un modelo de planta renovable «naturalizada», que no solo respeta el entorno natural sino que también promueve la integración de la biodiversidad en el diseño y mantenimiento de infraestructuras energéticas.
Futuro Prometedor para los Participantes
Los graduados del programa COMPOST-IN ahora están mejor equipados para enfrentar los retos del mercado laboral en un sector en crecimiento y con una creciente demanda de prácticas sostenibles. Este curso no solo les ha proporcionado habilidades técnicas, sino que también ha reforzado la importancia de la inclusión y la sostenibilidad en el ámbito profesional.
El éxito de este programa en Puertollano refleja el compromiso de la comunidad y las entidades participantes con la educación inclusiva y el desarrollo sostenible, estableciendo un precedente positivo para futuras iniciativas similares en la región y más allá.