El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha criticado duramente el Congreso del PSOE convocado por Pedro Sánchez para reforzar su liderazgo, calificándolo como una «purga» interna destinada a eliminar a los disidentes dentro del partido. Las declaraciones de Feijóo se produjeron durante un desayuno informativo organizado por Europa Press, en el que también presentó al presidente de Aragón, Jorge Azcón, y abordó la actual controversia sobre el cupo catalán y su impacto en la financiación autonómica en España.

Alineamiento Interno en el PSOE

En un contexto de creciente tensión dentro del Partido Socialista debido al cupo catalán, Feijóo señaló que el objetivo real del Congreso del PSOE es «alinear» al partido detrás de Pedro Sánchez, eliminando a aquellos dirigentes que no compartan su visión. Según el líder del PP, el congreso es una estrategia para asegurar el apoyo interno a las decisiones del gobierno en relación con Cataluña, en particular para mantener la estabilidad del poder central a través del respaldo de los socialistas a medidas controvertidas como el cupo catalán.

Feijóo no escatimó críticas, al afirmar que esta maniobra es un intento de forzar la unidad dentro del PSOE a expensas de la diversidad de opiniones, sugiriendo que se está sacrificando la esencia del Partido Socialista Obrero Español por intereses políticos inmediatos. El líder de la oposición también advirtió que el Gobierno está buscando dividir al PP mediante propuestas de condonaciones de deuda y acuerdos de financiación singular con las comunidades autónomas, una táctica que el PP, según Feijóo, no permitirá.

Respuesta desde Aragón y el Debate sobre el Cupo Catalán

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, se unió a las críticas contra el cupo catalán, alertando que esta medida pone en riesgo los servicios públicos en el resto de España. Azcón reafirmó su postura de combatir el cupo por todas las vías, alineándose con Feijóo en la defensa de un sistema de financiación más equitativo para todas las comunidades autónomas.

Azcón también rechazó la posibilidad de que Aragón se acoja a una quita de la deuda autonómica, tal como propone el Gobierno central, y se mostró firme en no caer en los debates que, según él, fomentan la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para distraer la atención de los problemas reales que enfrenta el país.

La polémica sobre el cupo catalán se intensificó cuando la portavoz del PSOE, Esther Peña, comparó esta medida con la fiscalidad de regiones como Soria o Teruel, argumentando que estas zonas también reciben ayudas específicas debido a su despoblación. Azcón rechazó esta comparación, calificándola de «mentira» que ofende especialmente a los aragoneses, y la describió como un «bofetón dialéctico» que ha generado malestar en la región.

La Inmigración y la Relación con Vox

En medio del debate sobre la financiación autonómica, la inmigración se ha convertido en otro tema candente. Vox ha amenazado con bloquear los presupuestos autonómicos en aquellas regiones donde gobierna en coalición con el PP si estas comunidades aceptan inmigrantes, una postura que Azcón ha criticado por favorecer indirectamente los intereses del gobierno de Pedro Sánchez.

Azcón insinuó que existen discrepancias internas dentro de Vox respecto a este tema, recordando que hasta hace poco, el partido formaba parte del gobierno en Aragón y no había problemas con las políticas de inmigración. Subrayó que la gestión de la inmigración es competencia del Gobierno de España, no de los ayuntamientos o las comunidades autónomas, lo que añade complejidad al debate sobre cómo manejar este desafío en el contexto actual.

El enfrentamiento entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez se intensifica en un momento crítico para la política española, con el Congreso del PSOE y el cupo catalán en el centro de la controversia. Mientras el PSOE busca cerrar filas en torno a su líder, Feijóo acusa al partido de llevar a cabo una purga interna y advierte sobre los riesgos de las políticas de financiación que considera desiguales y peligrosas para la cohesión territorial de España. Además, el debate sobre la inmigración y las relaciones con Vox añaden más tensión a un escenario político ya de por sí volátil.