Pirelli ha concluido el análisis inicial realizado sobre algunos neumáticos utilizados el pasado domingo durante el Gran Premio de Gran Bretaña.
Estas investigaciones iniciales han ayudado a identificar las causas de los fallos con consecuencia de pinchazo que afectaron a los dos Mercedes y al McLaren de Carlos Sainz.
El motivo principal radica en una acumulación de circunstancias particulares de carrera que han provocado un uso extremadamente largo del segundo juego de neumáticos. La segunda aparición del coche de seguridad invitó a la práctica totalidad de los equipos a anticipar su pit stop planificado e iniciar, a continuación, un stint final de alededor de 40 vueltas, equivalente a tres cuartas partes del total de la distancia del GP. Se une a ello la circunstancia que Silverstone es una de las pistas más exigentes de todo el calendario.
Esta consideración, unida al notable incremento del ritmo de los monoplazas de 2020 (la pole position fue 1,2 segundos más rápida que su equivalente de 2019) hizo de los últimos giros del GP británico especialmente duros, consecuencia de las mayores fuerzas jamás generadas sobre unos neumáticos por parte de los monoplazas de F1 más veloces de todos los tiempos.
En conclusión, se han registrado las condiciones operativas más desafiantes para las cubiertas. Esto ha llevado a la goma delantera izquierda (que es la que sufre el mayor desgaste en Silverstone) a operar bajo máximo estrés durante un elevado número de vueltas, generando un alto desgaste y una menor protección ante las extremas fuerzas en juego.
Para la segunda cita prevista en Silverstone este fin de semana, Pirelli confirma los compuestos nominados: C2, C3 y C4, un step más blandos que los vistos en el último GP.
Ahora bien, su prescripción de uso será revisada, con un incremento de las presiones mínimas para reducir el estrés al que se somete a la carcasa.