El Gobierno de Estados Unidos acusó a un hacker suizo de atacar a decenas de empresas, incluida Nintendo, Microsoft e Intel. El mismo pirata había espiado el material de las cámaras de la empresa de seguridad Verkada.
Till Kottmann, de 21 años, es el pirata informático que recibió las acusaciones de fraude electrónico, conspiración y robo de identidad. De acuerdo con los norteamericanos, Kottmann y sus co-conspiradores atacaron “docenas de empresas y entidades gubernamentales”, publicando datos de más de 100 empresas en línea.
Además de las empresas ya nombradas destacan Nissan, Disney, AMD, Qualcomm, Motorola, Adobe, Roblox, Lenovo y otras, según. Ninguna de estas compañías es nombrada directamente en la acusación de los estadounidenses.
“Robar credenciales y datos, y publicar código fuente e información sensible en la web es robo y fraude”, señaló la fiscal interina Tessa M. Gorman. “Estas acciones pueden aumentar las vulnerabilidades para todos, desde grandes corporaciones hasta consumidores individuales”.
“Envolverse en un motivo supuestamente altruista no elimina el hedor criminal de tal intrusión, robo y fraude”, recalcó la autoridad.
Kottmann se proclama anticapitalista y todos sus actos buscan ir contra el corazón del sistema.
Los casos de hackeo por los que Estados Unidos denuncia a Tillie, como se hace conocer Kottmann, se remontan a 2019.
Verkada, la víctima más reciente del hacker suizo
Recientemente, el hacker había expuesto imágenes de más de 150 mil cámaras de seguridad de la firma estadounidense Verkada. Entre las compañías afectadas estuvieron Tesla, de Elon Musk, y Cloudflare.
Pacientes, estudiantes y empleados quedaron potencialmente bajo la vista del grupo de hackers. La mayoría de las instituciones que trabajan con Verkada son centros de salud, bancos y centros educativos, además de restaurantes, oficinas gubernamentales e, incluso, prisiones.
“Nuestros motivos son la lucha por la libertad de información y contra la propiedad intelectual”, había dicho Kottmann a Bloomberg. También “una enorme dosis de anticapitalismo, un toque de anarquismo, y también porque es demasiado divertido no hacerlo”.
Mientras que a Bleeding Computer afirmó que el objetivo era “exponer el pobre trabajo de seguridad de las corporaciones, antes de que los actores maliciosos pudieran causar un daño mayor”.
El hackeo a Nintendo y el dilema moral entre lo histórico y lo prohibido
Kottmann y sus cómplices se dirigían a repositorios de código en línea, conocidos como gits, propiedad de las principales entidades públicas y privadas, tomando sus contenidos y compartiéndolos en un portal llamado.
Esta página fue incautada por el FBI, aunque ya los piratas informáticos habían compartido los datos de las empresas.
El hackeo a Nintendo se enfocó en otorgar a los jugadores algunas visiones curiosas sobre los videojuegos antiguos.
Entre ellas se vieron un nuevo aldeano en Animal Crossing, los primeros prototipos de videojuegos como Pokemon Diamond y títulos nunca vistos como un RPG de hockey, además de un modelo de personaje de Luigi de Super Mario 64. También resaltaba un Yoshi flaco, que generó curiosidad entre los analistas.
La filtración constituyó una mirada sin precedentes en la historia de los videojuegos, que generó un dilema moral entre los amantes del tema.
Mientras, que del fabricante de automóviles Daimler se tomó el código fuente de componentes de automóviles inteligentes. Ya es un tema mucho más grave y que puede afectar la economía de los autos eléctricos.
Sentencia a un hacker norteamericano
Esta semana se anunció la sentencia de tres años de prisión para el hacker que atacó las cuentas de Twitter de Joe Biden, Barack Obama, Elon Musk y otros personajes con el fin de estafar con bitcoin.
Graham Ivan Clark, que para cuando realizó el delito tenía 17 años, actualmente tiene 18. Tendrá que pasar tres años en una prisión.
No es la primera vez que este hacker norteamericano era capturado por estafar con criptomonedas, pero en aquel momento era muy joven para pagar condena. Ahora, las cosas cambiaron.
De haber tenido mayor edad, Clark podía penar hasta diez años en cárcel.