España pretende dar un importante impulso a las relaciones y los acuerdos comerciales de América Latina y la Unión Europea durante su presidencia de la UE y quiere que esta región reciba «la atención que le corresponde», aseguró el secretario de Estado español para Iberoamérica, Juan Fernández Trigo.
En una entrevista con EFE en Santo Domingo, donde se encuentra de visita de trabajo, Fernández Trigo dijo que con ese objetivo, al inicio de su presidencia de turno comunitaria en el segundo semestre de 2023, España desea celebrar una cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), probablemente en julio, una reunión al más alto nivel que no se produce desde 2015.
CON LA VISTA PUESTA EN EL ACUERDO UE-MERCOSUR
Ante la falta de reuniones y contactos «no hemos podido revisar un programa muy ambicioso que se aprobó en 2015 para mejorar la relación y la cooperación entre las dos regiones», indicó el diplomático, y prueba de ello, dijo, es que acuerdos «importantísimos» para la UE y América Latina están parados o sin entrar en vigor plenamente por problemas de ratificación, como el que hay con Centroamérica.
A su juicio, «en estos momentos hay algunas expectativas muy positivas sobre finalizar los acuerdos de México y Chile y queremos insistir en la ratificación del acuerdo con Mercosur (…) Si desarrolláramos los acuerdos en cierto modo aparcados, se podría ampliar el volumen de comercio e igualar quizá al de China» en la región, que se acerca a los 450.000 millones de dólares, mientras la UE esta en torno a 300.000 millones de euros (más de 310.000 millones de dólares al cambio actual).
«Nos hemos propuesto dar preponderancia a la atención que hay que darle a América Latina porque está algo alejada en estos momentos de los intereses de los europeos», pese a que existe una «compatibilidad mayor que con cualquier otra región del mundo y la prueba es que queremos el mismo tipo de sociedades», en lo político y en lo económico y esta región aspira al estado de bienestar de Europa, afirmó Fernández Trigo.
No obstante, se está consiguiendo que los socios comunitarios presten mayor atención a esta región, a lo que está ayudando la presencia de otros actores como China, cuyo volumen de comercio ya supera al de la UE, «las inversiones afortunadamente todavía no», las cuales rozan los 800.000 millones de euros (unos 830.000 millones de dólares) y que son más que las que hay en Rusia, China, la India y Japón todos juntos.
También se refirió a la importancia de trabajar juntos, España y Latinoamérica, en la defensa del español, que hablan unos 593 millones de personas en el mundo: es una batalla a medio y largo plazo y «hay que darla entre todos».
UNA CUMBRE IBEROAMERICANA AMBICIOSA E INCLUSIVA
Por otro lado, destacó la importancia de las cumbres iberoamericanas, que han cumplido 30 años y cuya próxima edición acogerá en marzo próximo la República Dominicana, de nuevo totalmente de forma presencial tras el coronavirus.
Ante esta reunión, Fernández Trigo abogó por una cumbre inclusiva, en la que se invite a todos y todos asistan.
«Es una cumbre ambiciosa porque vamos a tratar temas importantes como la seguridad alimentaria, la recuperación económica tras la pandemia, cuestiones climáticas, temas de género. Seguramente se aprobará una carta verde medioambiental, un decálogo sobre derechos digitales (…) Va a ser una oportunidad de poner en común nuestras ideas, alentar nuestros programas de cooperación», explicó.
Este diplomático, que fue embajador de España en Haití, no ocultó su preocupación por este país: es una situación que hay que tomar en serio, «la crisis es recurrente, la violencia desatada se produce periódicamente… La comunidad internacional, que hace tanto y ayuda a Haití con cantidades ingentes de cooperación, debe de algún modo saber que esos recursos son útiles al pueblo haitiano y no caen en saco roto».
Pero para eso, subrayó, «hace falta estabilidad política, seguridad y lucha contra las bandas criminales que se han adueñado del país».