El ozono no es un método recomendado por sanidad para combatir el coronavirus. Algunos expertos aseguran que, dependiendo de la concentración de ozono, este sistema puede no ser efectivo.
El Ministerio de Sanidad no incluye al ozono en su lista de desinfectantes contra el coronavirus. Puede usarse, pero con mucho cuidado porque es un gas y puede puede provocar daños graves.
Este método se ha utilizado en residencias de ancianos, en comercios de todo tipo, en autobuses, coches particulares o vehículos de la policía. Pero su eficacia contra el coronavirus no está demostrada, todavía se está estudiando.
Florentina Villanueva, química del Parque Científico de Castilla-La Macha, ha explicado en declaraciones para Antena 3 que esto «no quiere decir que no vaya a funcionar, el problema es que todavía no hay estudios que demuestren que puede eliminarlo y tampoco se sabe las concentraciones a las cuales lo eliminaría». Por eso el ozono no está en la lista de virucidas de Sanidad, aunque sí se permite su comercialización siempre que sea con seguridad.
«Lo que es imprescindible es que esta maquinaria esté certificada y haya pasado los controles de calidad europeas, si no puede resultar incluso nociva», señala Raquel Gómez, de la empresa de limpieza Fergo.
Para eso es importante que no haya nadie dentro de la superficie que va a ser desinfectada y que después un profesional protegido compruebe que los niveles de ozono ya no son peligrosos. Un mal uso puede provocar daños en los ojos y en la piel.
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