5 millones de turistas menos en un semestre.
Los últimos datos del turismo no son buenos. Rafael Gallego, presidente de CEAV, explica que «estamos hablando de un 75% menos de turistas extranjeros». La crisis económica, las restricciones sanitarias y las nuevas variantes del virus son algunas de las claves de este descenso. Pero, aún así, muchos turistas tienen ganas de venir.
«Nos consideran un país seguro, tanto socialmente como sanitariamente», afirma Gallego. Aunque este año el sector turístico no está en su mejor momento y «el verano lo podemos dar por perdido», España sigue siendo uno de los destinos preferidos en esta época del año.
El turismo nacional compensa
La bajada del turismo extranjero se compensa, en parte, con el turismo nacional. En Alicante, por ejemplo, las reservas en hostelería están aseguradas hasta el 20 de agosto. Si las previsiones se cumplen, los restaurantes de la costa alicantina harán este mes su agosto. Muchos negocios de Alicante, de Santa Pola o de Benidorm tienen todo reservado para los próximas semanas y han decidido no cerrar ningún día para aprovechar el tirón.
Una situación que ha sorprendido a los propios hosteleros que temían que esta situación y el toque de queda les pudiera perjudicar. De momento, cuentan con un 50% de reservas respecto al verano pasado. El empuje del turismo nacional está siendo muy positivo, pero no solo en la hostelería.
Por ejemplo, el castillo de Santa Bárbara, en Alicante, es uno de los principales reclamos turísticos no solo por su historia o porque esté ubicado en pleno centro de la ciudad, pero también por las vistas que ofrece desde arriba. Se calcula que anualmente pasan por el castillo más de 500.000 personas, una cifra que puede aumentar por la gran llegada de turistas, sobre todo nacionales.
En Sevilla, el Real Alcázar ha sido uno de los pocos monumentos que ha permanecido abierto todo el año y que es Patrimonio Mundial de la Unesco. Han sido 250.000 vistas, más del 80% de turistas de fuera de la ciudad. Ha cerrado julio con una media diaria de 1.700 visitas.
El Museo Guggenheim, uno de los principales atractivos de la ciudad de Bilbao, ha doblado el número de visitas respecto a julio del año pasado. En buena medida por el regreso del turismo extranjero que ya supone el 57% de las visitas y donde destacan las llegadas de franceses y holandeses. El resto de turistas son nacionales, la mayoría madrileños y catalanes.