Felipe VI, junto a la reina Letizia, ha presidido la tradicional ofrenda al apóstol Santiago en la iglesia de San Martiño Pinario, en su visita a la capital gallega dentro de su gira por las comunidades autónomas para expresar su apoyo ante el escenario de incertidumbre que ha dejado la crisis sanitaria
El rey ha apelado este sábado a «la unidad y la solidaridad» entre los ciudadanos y los territorios de España para afrontar la «encrucijada» que atraviesa el país por las consecuencias económicas y sociales que ha generado la pandemia del coronavirus.
Felipe VI, junto a la reina Letizia, ha presidido la tradicional ofrenda al Apóstol en Santiago de Compostela el Día de Galicia dentro de su gira por las comunidades autónomas.
Una visita que ha dejado la imagen insólita de la Plaza del Obradoiro vacía, acordonada con motivo del paso de los reyes, en contraste con los miles de gallegos y turistas que abarrotan el exterior de la catedral cada 25 de julio.
Por segundo año consecutivo, la ofrenda al Apóstol se ha celebrado en la iglesia de San Martiño Pinario por las obras de restauración de la catedral.
Como ya hiciera en 2014 al poco de ser proclamado rey, don Felipe ha vuelto a invocar al patrón de España, esta vez para rogarle que el país supere la nueva crisis con «fraternidad» y «unidad profunda en torno a los valores compartidos y un compromiso firme con la búsqueda del bien común».
Tras recordar que España ha remontado otros episodios complejos en el pasado, ha hecho un llamamiento para actuar con «la solidaridad entre personas y territorios que los españoles consagran en la Constitución», así como con espíritu de «concordia y entendimiento».
En esta causa colectiva, ha destacado que «la vocación y el deber de la Corona es ser punto de encuentro que permita recorrer unidos y en libertad el camino» de la historia.
A juicio de don Felipe, la última prueba de solidaridad se dio durante el estado de alarma, cuando España «actuó al unísono», y los ciudadanos, «geográficamente distantes, se sintieron unidos en una causa común, en una lucha compartida».
Ha puntualizado que España no está sola, sino que cuenta con Europa, que «cubre hoy una etapa trascendental en la que no cabe la fragmentación».
Ante los rebrotes que se extienden por todo el país, ha apremiado a mantenerse «diligentes y prudentes» y ha reafirmado su dolor por los miles de víctimas de la covid-19.
«Le pedimos al Santo Patrón de España que siga siempre a nuestro lado inspirándonos y protegiéndonos», ha rogado el monarca, quien se espera que regrese a Santiago en 2021 al ser año jubilar, lo que no ocurre desde 2010.
Con los reyes han estado la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño; el presidente de la Xunta de Galicia en funciones, Alberto Núñez Feijóo; el del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, y el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo.
Concluida la misa, que ha oficiado el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, los reyes han ido a pie hasta la Plaza del Obradoiro para firmar en el Libro de Oro del Pazo de Raxoi, sede del ayuntamiento.
La policía ha acordonado la plaza, por lo que don Felipe y doña Letizia y el resto de la comitiva la han atravesado vacía, una estampa inédita en un 25 de julio.
Para evitar también posibles aglomeraciones, la bienvenida se ha trasladado a la entrada de San Martiño de Pinario, en vez de ante la catedral, por lo que se ha suprimido la parada militar.
El entorno del templo que ha acogido la ofrenda se ha engalanado con alfombras de flores que dibujaban imágenes del Apóstol y de otros motivos xacobeos y en su interior se ha limitado el aforo para evitar contagios.
Con las calles del centro histórico con apenas gente, los reyes han sido vitoreados por varios grupos de personas que han ondeado banderas de España al comienzo y al final de la visita, que ha durado dos horas y media al reducirse también la recepción en el consistorio.
A poca distancia del paso del cortejo real, el BNG ha celebrado el acto del Día da Patria, en el que su portavoz nacional, Ana Pontón, ha advertido de que su partido «no va a parar hasta que juzguen a los Borbones por ladrones y por corruptos», ya que «somos ciudadanos libres y no súbditos de ningún rey».
Galicia ha sido la decimotercera comunidad autónoma que visitan los reyes dentro de su gira por el país, que concluirá la semana que viene en Navarra, Cantabria y Asturias.