De hecho, llenar la cesta de la compra es cada vez más caro. Hay alimentos básicos, como la pasta, cuyo precio se ha elevado en un 20% en apenas unos meses. Otros, como el pan y los huevos, han aumentado en un 10%. Igual que la carne de ternera y pollo y productos lácteos como la margarina.
Incremento «exorbitante»
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha indicado en ese sentido que parte del encarecimiento de la comida está motivado por el «exorbitante incremento» del precio de la electricidad.
En concreto, la organización ha analizado el comportamiento de los precios en los últimos seis meses de una selección de 23 productos básicos de alimentación de todas las categorías, carne, frutas, verduras, bebidas, lácteos, alimentación envasada y droguería e higiene en 14 cadenas de ámbito nacional.
El informe constata que la mayoría de los productos seleccionados han subido su precio. Además, la cuantía de las subidas es mucho mayor que la de las bajadas, por lo que en su conjunto el resultado es que actualmente la cesta de la compra es más cara que hace seis meses.
Mientras que en el lado contrario, solo tres productos han bajado de forma notable su precio. Se trata de la espuma de afeitar (-3,1%), las manzanas Golden (-3,1%) y las zanahorias (-9,9%).
Riesgo de que el aumento de precio de consolide en el tiempo
La OCU considera que la causa principal de estas «espectaculares subidas de precios», no habituales en los últimos años, se debe a las elevadas subidas de los precios de la electricidad y los carburantes. Se trata de productos en los que la energía en sus diferentes fases de producción (elaboración, conservación, transporte y distribución) es un coste muy importante.
La organización de consumidores advierte de que «existe un riesgo importante» de que estas subidas se generalicen a otros productos y, sobre todo, que se consoliden con el tiempo.