El PP propone que los jueces elijan directamente a la mayoría de vocales del CGPJ

PABLO CASADO 1
PABLO CASADO 1

– Pablo Casado desdeña la moción de censura de Vox como una estrategia fracasada de quien no gobierna.

El PP ha presentado una proposición de ley para que los jueces elijan la mayoría de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) como fórmula opuesta a la del Gobierno de Pedro Sánchez, que busca rebajar la mayoría parlamentaria para la elección de los miembros.

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha dado a conocer en rueda de prensa su proposición de ley, que busca, ha explicado, volver a los orígenes del mandato constitucional, dejando en los magistrados la elección de la mayoría de su gobierno.

Este texto, que el PP registrará este lunes en el Congreso de los Diputados, propone que los magistrados elijan directamente a los doce vocales del turno judicial, los que se nombran entre jueces en activo, y que el Parlamento elija los ocho vocales del turno de juristas de reconocido prestigio.

Esta reforma debería implementarse en el próximo proceso de elección, pero el PP reclama un acuerdo de despolitización previo a la modificación de la ley, mediante un acuerdo entre partidos políticos para «no proponer como juristas a expolíticos».

El líder de la oposición ha exigido de nuevo que Sánchez deje a Unidas Podemos fuera de la negociación y ha señalado que no se sentará con el PSOE si lleva a la mesa las reivindicaciones del partido de Pablo Iglesias.

Casado no ha aclarado si el PSOE pidió sumar a Podemos al diálogo entre ambos, que se frenó en verano, y se ha sacudido las acusaciones de bloqueo por parte de Sánchez, recordando que el Gobierno estuvo un año en funciones y que después el estado de alarma impidió renovar este órgano institucional.

Además, el presidente del PP ha achacado la falta de renovación a la filtración en 2018 del nombre de Manuel Marchena como nuevo presidente del CGPJ por ser «lo que hizo imposible cualquier tipo de avance” y ha recalcado que ahora no les pueden exigir “aceptar que Podemos está en la renovación actual y que no haya despolitización”.

“Aquí no negocian Gobierno y oposición, es un acuerdo parlamentario”, ha señalado Casado, que pide un “paquete de regeneración de las instituciones”, afea que el Gobierno no cuente con el PP para renovar órganos reguladores o que busque un pacto de presupuestos con el independentismo catalán o con “prevendas a herederos de Batasuna”.

El PP propone despolitizar, además del CGPJ, la Fiscalía, que todas las decisiones del CGPJ se tomen por tres quintos y que los parlamentos autonómicos no puedan elegir a los vocales de los Tribunales Superiores.

Para presentarse a la elección, los jueces deberán contar con el respaldo de alguna organización judicial o recabar avales. El PP reclama, además, que el CGPJ deba emitir informes sobre todas las reformas que afecten al poder judicial.

Casado ha defendido que esta proposición es coherente con lo que propugna desde que asumió la presidencia de su partido, mientras que el PSOE ha cambiado de posición.

Y cree que Sánchez se ha pasado “de frenada” proponiendo que el CGPJ se renueve con mayoría absoluta y no reforzada y por eso se plantea “si puede llevar a cabo la amenaza que formuló la semana pasada”, una marcha atrás que el PP atribuye a la presión ejercida ante Europa.

El pasado viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mostró dispuesto a retirar la reforma del poder judicial si el PP abandona el bloqueo y acepta sentarse a negociar la renovación del CGPJ.

MOCIÓN DE CENSURA DE VOX

En otro orden, el presidente del PP ha desdeñado como una “cuestión menor” la moción de censura de Vox contra el Gobierno de Pedro Sánchez, una estrategia a su juicio propia de quienes no gobiernan, y no ha desvelado qué votará su partido. 

El líder de la oposición ha señalado que tiene “clara” su oposición desde hace meses, que dará a conocer “cuando corresponda” y que “no es cierta” la imagen “que quieren dar algunos” de que están “deshojando la margarita”, pese a que diversos dirigentes han admitido que el debate estaba pendiente. 

Casado no ha desvelado si optarán por el no o por la abstención -el sí está descartado- y tampoco si subirá a la tribuna durante el debate de la moción de censura. 

“Es un tema que a mí no me importa nada”, “el PP no va a perder el tiempo en este tipo de cuestiones menores”, ha afirmado Casado, restando importancia a una moción que a su juicio “no vale a nadie”, no aporta “nada” y solo importa a los periodistas, al partido proponente y al presidente del Gobierno. 

El PP, ha apuntado, ha estado haciendo lo que tiene que hacer. “Hemos gobernado como sabe hacer el PP, los que no gobiernan en ningún lado tienen que recurrir a este tipo de estrategias que están condenadas al fracaso”, ha subrayado.

Y ha contrapuesto la táctica de Vox con los recursos del PP, la “rebelión de alcaldes” por el remanente o una propuesta de pacto sanitario. 

Casado no contempla que alguno de sus diputados se salte la disciplina de voto, pues cree que no ha lugar puesto que los estatutos reflejan que la libertad de voto se da en cuestiones morales. 

Mientras que el presidente del PP niega el debate interno, la exportavoz del PP en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo ha abogado por la abstención, al considerar que un no debilita al PP como alternativa e invalida una futura moción protagonizada por Casado.

Álvarez de Toledo ha rechazado además la impugnación del ideario de Vox tachándolo de “Podemos de derechas” porque a su juicio obligaría a explicar el apoyo de este partido a los gobiernos de coalición PP-Ciudadanos. 

Y, en un vídeo difundido anoche en sus redes, ha reclamado que el PP elija el “mal menor”, puesto que “el mal mayor es avalar a un aspirante a déspota” y España “vive un estado de excepción política”. 

Los barones del PP han seguido en cambio la línea marcada por Casado y este lunes han vertido críticas sobre la moción. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijoó considera que es una iniciativa unilateral y no pactada por parte de Vox, “beneficia al Gobierno” y “perjudica a la alternativa del Gobierno».

Carlos Iturgaiz, aupado a la presidencia del PP vasco por Casado, ha lamentado que con este movimiento de la formación de Santiago Abascal «se va a ver la división del centro-derecha”.

Además, el portavoz nacional del PP y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha defendido que la moción no solo no arreglará problemas sino que los agudizará, reforzando la política de “bloques” y “enfrentamiento” que sostiene al “Gobierno Frankenstein”.

«ESQUEMA COREANO» CONTRA LA COVID-19

Por último y de otro lado, el presidente del Partido Popular ha abogado por un «esquema coreano» o alemán contra el coronavirus, que no frene la actividad económica y se cimente únicamente en criterios técnicos y no partidistas. 

Casado ha vuelto a reclamar la «retirada» del estado de alarma en Madrid, haciendo hincapié en que su oposición a la medida no se debe a una cuestión partidista, sino a criterios científicos.

Además, ha defendido que el cierre de Madrid mediante imposición es una decisión discrecional y arbitraria «contra un gobierno del PP”. 

Casado aboga por confinamientos selectivos que aíslen zonas con incidencias más severas, a su juicio una medida más efectiva que el confinamiento perimetral de toda la capital decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez.

El presidente del PP, que reclama un plan común para todo el país, no ha propuesto como objetivo un baremo concreto, como sí hace Ciudadanos -25 casos por cada cien mil habitantes-, aunque ha defendido que hay que tender al contagio cero.

Casado propugna una estrategia que combine la protección a la salud con no poner freno a la actividad económica: “Confinando a contagiados, rastreando a contactos y protegiendo a enfermos y mayores sin tener que paralizar linealmente la actividad económica”.