Después de días de temperaturas estables y agradables, el otoño llegará de forma definitiva con la llegada del fin de semana, que traerá profundas borrascas y bajadas intensas de temperaturas.
Según informan los expertos de Meteored, este jueves «una ciclogénesis explosiva dará lugar a una borrasca de alto impacto que provocará vientos huracanados» y, por ende, un brusco cambio de tiempo que se notará en la Península Ibérica y las Islas Baleares.
«Este jueves se formará un seno de bajas presiones al noroeste de Galicia, que estará sobrevolado por un chorro polar extremadamente intenso para la época del año. La interacción de estos factores generará una intensa borrasca que se profundizará muy rápidamente, a razón de más de 24 hPa en 24 horas. Este proceso, con caídas de presiones tan repentinas, se conoce como ciclogénesis explosiva», explica el meteorólogo y coordinador de la RAM, Franciso Martín.
Y es que la borrasca que se produzca como consecuencia de esa ciclogénesis explosiva se irá intensificando, generando fuertes vientos a su alrededor, que pueden incluso convertirse en rachas huracanadas, mala mar y temporal duro. «Debemos estar atentos desde hoy mismo, es una situación que posee alta incertidumbre», advierte el meteorólogo.
Un ‘cordonazo de San Francisco’ más intenso de lo normal
Este cambio brusco suele suceder en octubre, con la llegada de la estación de otoño, pero los fenómenos que se sucedan este fin de semana se producirán «con más ímpetu de lo normal». Así lo afirma el meteorólogo de ‘Meteored’ José Miguel Viñas, refiriéndose al conocido como «cordonazo de San Francisco», que se refiere al primer temporal de otoño.
Fuertes vientos y posibles «estragos» por la ciclogénesis explosiva
Una ciclogénesis explosiva suele traer consigo fuertes vientos que, según indica el director de Meteorología de ‘Meteored’, José Antonio Maldonado, «podrán superar los 100 kilómetros por hora», superando incluso en altura los 200 kilómetros por hora en los Montes de León, sistemas Central e Ibérico, sierras orientales de Andalucía, Castilla-La Mancha y prelitoral de Valencia.
«Este tipo de fenómenos se caracterizan por la gran rapidez con la que se desplazan y, en consecuencia, son de corta duración, pero a su paso puede causar estragos», explica Maldonado.