Ahora es un streamer de éxito, con miles de seguidores, y lo que comenzó como un hobby se ha convertido en una forma de vida. Al punto de que a sus 17 años ha decidido mudarse a Madrid desde su pueblo gallego.
«Durante el primer confinamiento jugaba 7 u 8 horas al día y por alguna razón a la gente empezó a gustarle lo que hacía», relata, al tiempo que asegura que ganó miles de seguidores en un periodo corto de tiempo. En ese momento le fichó la plataforma de eSport y entretenimiento ‘Team Heretics’.
«Esto es muy difícil»
Pese a su éxito, reconoce que las nuevas tecnologías pueden ser un problema para muchos jóvenes por las horas que le dedican al día. «Yo por mi trabajo juego unas ocho horas diarias, pero eso no es recomendable para la gente que está estudiando», apunta.
«Lo primero son los estudios», explica. «Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de gente no va a conseguir vivir de esto. Yo lo he hecho, no sé cómo, pero lo he hecho, pero no es lo norma; lo normal es no conseguirlo».
No obstante, el adolescente afirma que todo es posible y que está muy bien tener el sueño de ser streamer siempre y cuando se tenga un plan en caso de que lo de vivir de jugar en streaming no salga adelante. Y explica que el logró en un contexto muy determinado, el de la pandemia, en el que «no se podía salir de casa y nos pasamos semanas encerrados».