Detrás de la vacuna de Pfizer, que estos días es noticia mundial, hay una historia que ha fascinado al mundo. Es la de un matrimonio, hijos de emigrantes turcos, que crearon la empresa BioNTech en Alemania, un modesto laboratorio que ahora trabaja asociada a la gran farmacéutica norteamericana.
Su logro se ha convertido en un símbolo del valor de la diversidad social.
Trabajan para encontrar una cura para el cáncer
Ahora se han convertido en uno de las parejas más ricas de Alemania. Ugur Sahin y Öslem Türeci se conocieron en la universidad y encontrar una cura para el cáncer fue la razón de su primera compañía creada en 2008.
El día de su boda dejaron el laboratorio para ir al registro civil y volvieron al trabajo. Durante años han sido referentes en Oncología pero en el mes de enero Uyur, preocupado por lo que ocurría en China, comenzó a investigar sobre el coronavirus cuando nadie lo hacía.
Comenzó a investigar el coronavirus cuando nadie lo hacía
Puso a 500 de sus empleados a trabajar en proyectos de vacunas: «Esto es lo que hacemos en BioNTech cada día».
11 meses después desarrollan para el gigante Pfizer una de las más prometedoras vacunas contra el coronavirus, que ha mostrado una eficacia del 90%.:»Lo que demostramos con este estudio es que la vacuna es compatible y que los efectos secundarios son moderados o leves«.
El valor de su laboratorio se multiplica
Su laboratorio ha pasado de valer 4.000 millones a más de 18.000. No en vano la calle de su sede se llama ‘Mina de oro’ pero quienes les conocen hablan de una pareja humilde: «Lo más excitante para mi es que toda la estrategia se basa en una visión científica » dice Öslem Türeci.
Su marido sigue llegando al trabajo en bicicleta y sólo un spot que han grabado estos días para dar a conocer su laboratorio ha conseguido que dejara los vaqueros y se pusiera una chaqueta.