Todavía no se sabe muy bien si el proyecto era necesario o si el modelo elegido es el adecuado, pero el recién estrenado hospital de emergencias Enfermera Isabel Zendal sigue quemando etapas y, tras su polémica inauguración, está a punto de recibir sus primeros pacientes. La encargada de confirmarlo ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien ha vuelto a utilizar el zendal como vara de medir de sus políticas y como arma arrojadiza contra sus detractores políticos.
En una entrevista en Telecinco, Ayuso ha lamentado que por crear uno de “los mejores hospitales del mundo, el mejor en pandemias” ha tenido que soportar una campaña de difamación de más de dos meses contra “el pobre hospital porque lo ha hecho el Gobierno madrileño”.
“Si lo hubieran hecho los independentistas catalanes o alguna comunidad socialista, hubiera sido bienvenido”, ha señalado Ayuso, que ha defendido que este nuevo centro “es necesario”.
La presidenta madrileña ha defendido la puesta en marcha de un hospital “digno”, “moderno” y “con las últimas tecnologías” para usarlo en el caso de que haya “un atentado”, “una gran catástrofe”, “un nuevo virus” o para atender a pacientes de otros centros que hagan reformas. Desvirtuando así el uso pandémico del centro para abrirlo a otro tipo de patologías por “la presión asistencial que sufren los hospitales de la red madrileña”. Una rectificación que llena de argumentos a la oposición que todavía se pregunta si era necesario este nuevo “pelotazo del ladrillo”.
“Si tenemos un centro logístico de estas características va ayudar, entonces en el momento que Madrid vaya a sufrir cualquier colapso estará este hospital y en ese momento se derivan pacientes y temporalmente profesionales. No se puede pensar en el Zendal como un hospital al uso”, ha concretado.
Los primeros sanitarios, entre facultativos y personal de enfermería, llegaron el 4 de diciembre al hospital de emergencias Enfermera Isabel Zendal, que fue inaugurado el día 1. Apenas suman un total de 116 voluntarios. Muy lejos de los 659 profesionales requeridos para su funcionamiento a pleno rendimiento. Pero suficientes a juicio del Gobierno regional quien se escuda en la flexibilidad de su plantilla para ampliarla conforme se incremente la derivación de pacientes. Momento en el que la Comunidad de Madrid completará el personal adicional con parte de los 11.324 contratados con motivo de la pandemia.
La propia Ayuso lo ha recalcado hoy mismo garantizando que en el hospital “va a haber siempre un equipo médico” pero, dependiendo de la situación, irán llegando más pacientes y también sanitarios. Aunque, a renglón seguido, ha echado piedras sobre su propio tejado reconociendo que hay que crear “más facultades y más carreras de medicina” porque hay “muchísimos” estudiantes que se han quedado “a las puertas” de estudiar esta carrera “por un problema educativo”.
En medio de las críticas políticas y sindicalistas por el “despilfarro de 100 millones de euros en su construcción” -el doble de lo presupuestado-, el Ejecutivo regional trató de justificar la obra por la posibilidad de que el hospital Zendal sirviera para almacenar vacunas. Un ofrecimiento que, según ha admitido la propia Ayuso, el Gobierno ha ignorado. “No ha habido ningún tipo de interés” en esta oferta, porque el hospital se ha convertido en un objetivo político y porque “todo en esta pandemia se ha politizado”, ha lamentado.