El Gobierno solicitará extender el estado de alarma un mes para concluir la desescalada

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El Gobierno solicitará extender el estado de alarma un mes para concluir la desescalada

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado su voluntad de alcanzar un «gran consenso» sobre la nueva prórroga para gestionar la crisis sanitaria del COVID-19. Además, ha destacado la necesidad de actuar con prudencia y responsabilidad para mantener controlado el virus mientras se recuperan espacios de movilidad y se avanza hacia la reactivación económica.

En su comparecencia telemática semanal en La Moncloa, el jefe del Ejecutivo ha señalado que, tras dos meses de «extraordinaria dureza», España ha comenzado a entrar en un «escenario distinto» con la reapertura de muchos comercios y la reanudación en los hospitales de la atención a enfermos de otras patologías. Si al inicio de ese período la propagación del virus crecía diariamente un 35%, ese incremento es ahora del 0,24%, según ha apuntado Sánchez.

Esos avances -ha añadido el presidente- se deben al «sacrificio enorme del conjunto de la sociedad española», que ha cumplido el confinamiento con disciplina social y moral de victoria.

El jefe del Ejecutivo ha asegurado que algunos derechos han quedado restringidos «pero no por capricho», sino para contener la epidemia: «Necesitábamos limitar el contacto social para evitar que las personas contagiadas, muchas de ellas sin síntomas, contagiaran a personas sanas. Y necesitábamos también limitar el derecho a la circulación, el derecho a la libre reunión, para evitar que las personas contagiadas, muy concentradas como hemos visto en algunas zonas de nuestro país, difundieran el virus en territorios menos afectados».

Esa distribución desigual es precisamente uno de los resultados de la primera fase del Estudio de Seroprevalencia que está coordinando el Ministerio de Sanidad, según ha indicado Sánchez: hay provincias donde el porcentaje de personas que han estado en contacto con el virus es diez veces mayor que en otras, incluso en territorios limítrofes.

El estado de alarma ha beneficiado a todas las zonas

El jefe del Ejecutivo ha subrayado otras dos conclusiones de esa investigación: de media, solo el cinco por ciento de los españoles ha estado contagiado, con o sin síntomas; y la letalidad real del COVID-19 se sitúa en torno al uno por ciento, un porcentaje que se eleva entre las personas de edad más avanzada y aquellas con patologías previas.

A juicio del presidente, esos datos aportan dos «lecciones esenciales». Por un lado, que el estado de alarma ha funcionado en todo el país y ha beneficiado tanto a las zonas con más infecciones como al resto. Por otro, que el único camino posible es el que se está siguiendo desde el principio de la epidemia, basado en la prudencia y la seguridad, tanto colectiva como individual. Si se hubiera dejado circular al virus libremente -ha afirmado Sánchez-, la infección podría haber afectado a más de treinta millones de españoles y haber costado la vida a alrededor de 300.000, «posiblemente más porque hubiera colapsado nuestro sistema sanitario».

El presidente ha abogado por mantener la cautela y recuperar «espacios de movilidad, libertad y actividad económica y también social, pero siempre asegurándonos de que mantenemos a raya el virus».

Reglas de salud pública

A esa lógica -ha agregado Sánchez- responde la desescalada por fases y por zonas que ha propuesto el Gobierno y ha aprobado de manera conjunta con las comunidades autónomas. El jefe del Ejecutivo ha explicado que la transición hacia la normalidad puede concluir en la mitad del país coincidiendo con el inicio del verano, y en el resto una o dos semanas después, si no se registra ninguna «recaída» a lo largo del proceso.

La amenaza del virus «continúa siendo real», según ha dicho Sánchez, que ha remarcado la importancia de que todos los ciudadanos cumplan «a rajatabla» las indicaciones de las autoridades sanitarias sobre la higiene de las manosel uso de la mascarilla y la distancia física. «Son reglas que nada tienen que ver ni con ideologías ni con los negocios, son reglas de salud pública», ha manifestado.

Por todos esos motivos, ha argumentado el presidente, el Gobierno solicitará al Congreso de los Diputados una nueva prórroga del estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria, en esta ocasión con una vigencia de un mes (la actual se extiende hasta las 00:00 horas del 24 de mayo).

«Pretende ser el último estado de alarma y abarcar hasta el final de la desescalada», ha asegurado. La voluntad del Ejecutivo es lograr en el Congreso el «gran consenso» que existe en el conjunto de la ciudadanía española, «un consenso del que formen parte todos los partidos responsables que quieran ser útiles a nuestro país, seguir salvando vidas y luchar contra la pandemia con las herramientas que nos dan nuestra Constitución y nuestras leyes», según ha expuesto Sánchez.

Desescalada institucional y cogobernanza

El presidente ha reiterado que la desescalada será también institucional: la única autoridad delegada del Gobierno en esta etapa será el ministro de Sanidad y decaerán las facultades excepcionales conferidas a los titulares de Defensa, Interior y Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

El Ministerio de Sanidad -ha señalado Sánchez- marcará los ritmos y las modalidades del proceso de transición, contando siempre con el asesoramiento de los técnicos del Departamento y en «conexión estrecha» y «cogobernanza» con las autoridades autonómicas. Las comunidades, que han mantenido en todo momento su capacidad de gestión de las competencias sanitarias, irán recuperando su plena capacidad de decisión, según ha dicho Sánchez, quien ha elogiado la «extraordinaria labor» que están realizando.

El jefe del Ejecutivo ha apuntado que durante la desescalada seguirán parcialmente limitados algunos derechos para proteger las vidas y la salud pública y ha recordado que siguen intactas las restantes libertades personales y los sistemas de control democrático de la acción del Gobierno.

Superar la emergencia sanitaria para lograr la recuperación económica

Pedro Sánchez ha sostenido que, al mismo tiempo que se aborda la dimensión sanitaria de la crisis del COVID-19, hay que atender a sus consecuencias económicas y sociales y ha destacado dos «pasos significativos» que esta semana se han dado en ese frente: el acuerdo con los agentes sociales para extender los ERTE hasta el 30 de junio y el comienzo de los trabajos de la Comisión Parlamentaria para la Reconstrucción Económica y Social. «La unidad, lo hemos visto, salva vidas, y la unidad puede también salvar empresas y empleo», ha defendido.

El jefe del Ejecutivo ha rechazado la contraposición entre las prioridades sanitarias y las económicas y laborales, ya que el «el único camino hacia la recuperación económica y la reactivación laboral pasa por superar de una vez por todas esta emergencia sanitaria». Actividades tan vitales para la economía española como el turismo, el ocio, la cultura, el comercio y la restauración -ha indicado- necesitan seguridad y garantías de salud para relanzarse plenamente: «Cada paso que demos será un paso seguro, porque si no lo hacemos, si optáramos por priorizar el negocio sobre la salud, acabaríamos echando a perder la salud y también el propio negocio».

Pedro Sánchez ha llamado a superar la crisis «juntos, sin dejar a nadie atrás» y con el recuerdo permanente de las víctimas, que recibirán un gran homenaje público.

«La Historia de España del último medio siglo es la historia del triunfo del entendimiento frente a la ruina del enfrentamiento y la división. Muchos de los que nos han dejado estas semanas lo sabían de primera mano y mejor que nadie, como consecuencia de su edad. Confiemos, como hicieron ellas y ellos, en nuestras capacidades como sociedad. Seamos dignos de su memoria», ha declarado el presidente.

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