Beneficiaría a quienes han agotado la prestación entre el 14 de marzo y el 30 de septiembre, y a los que no tenían derecho a ella.
El Ministerio de Trabajo está negociando con sindicatos y empresarios la aprobación de un subsidio extraordinario para todas aquellas personas que o bien han agotado su prestación durante la pandemia, o que habiendo quedado desempleadas no tenían derecho a percibirla.
Según explicó ayer la secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT, Mari Carmen Barrera, “no hay nada cerrado”, ya que “aún se está en fase de propuesta y negociación”, si bien desde CCOO adelantaron que el acuerdo, que también prevé mejorar las prestaciones por suspensión de contratos a tiempo parcial, podría llegar a beneficiar a un total de 700.000 personas.
Barrera recordó que es una petición que el sindicato venía reclamando “desde el comienzo”, ya que los potenciales beneficiarios “sufrían un agravio comparativo con los derechos reconocidos a las personas acogidas a los ERTE, a los que no se exigían requisitos previos para el cobro de la prestación”.
El País avanzó ayer que el departamento que dirige Yolanda Díaz está ultimando un subsidio extraordinario para todos los parados que hayan agotado su prestación contributiva entre el 14 de marzo y el 30 de septiembre.
Se trataría de la primera pieza del pacto, que llegaría a unos 550.000 desempleados y que consiste en una ayuda de 430 euros mensuales durante un trimestre, lo que supondría un coste de 710 millones de euros.
La segunda sería una mejora en el cálculo de la prestación para los afectados por un ERTE a tiempo parcial, que beneficiaría a 150.000 personas, en su mayoría mujeres.