El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado en su reunión de esta semana un gasto de casi 60 millones de euros destinados a los servicios sociales de atención primaria que se prestan mediante acuerdos con los ayuntamientos y al servicio de ayuda a domicilio que se presta a las personas mayores en sus casas.
La consejera de Bienestar Social de la región, Aurelia Sánchez, ha explicado en una rueda de prensa que esos 60 millones se distribuyen en un gasto de 11,4 millones para los convenios con los municipios de más de 3.500 habitantes, un total de 98 entidades locales que desarrollan planes concertados de forma autónoma y en los que trabajan 592 profesionales de los servicios sociales.
Asimismo, ha continuado Sánchez, se suscriben convenios supramunicipales con los ayuntamientos de menos de 3.500 habitantes, que no tienen profesionales estables sino itinerantes que trabajan en distintos ayuntamientos.
En este caso, el convenio se firma con los ayuntamientos cabeza de área y son más de 800 los municipios atendidos, si no de forma presencial ahora por la pandemia de coronavirus, de manera telefónica, por un total de 156 trabajadores sociales, y se financian 169 profesionales más para atender estos pueblos pequeños.
Así se llega a todos los municipios de Castilla-La Mancha, ha dicho la consejera, quien ha subrayado que se atiende a personas en situación de pobreza y de exclusión.
Sánchez ha añadido que, en tercer lugar, se financia la ayuda a domicilio con 43,2 millones de euros, y ha destacado que este sistema ha crecido un 25 % en 5 años, lo que significa que 22.000 personas fueron atendidas el ultimo año, sobre todo personas mayores solas, atendidas por más de 5.500 auxiliares de ayuda a domicilio.
El convenio posibilita prestar 4,5 millones de horas de ayuda a domicilio para atender a todos.
Para la consejera, este expediente «muestra del compromiso social» del Gobierno regional por mantener unos servicios sociales de calidad y de atención a los mayores en su hogar, así como a los colectivos que más están sufriendo las consecuencias de la pandemia de coronavirus.
VISITAS EN RESIDENCIAS DE MAYORES
En otro orden, la consejera de Bienestar Social ha explicado que todavía no hay fecha para que las residencias de mayores puedan recibir visitas, por prudencia ante el coronavirus.
A preguntas de los periodistas, la consejera ha explicado que al igual que está ocurriendo en otras comunidades autónomas con respecto a la desescalada, los centros de mayores siguen una fase independiente, que tiene que ver con la incidencia del COVID y cómo está afectando a las personas de más edad.
Por el momento, lo que sí se está produciendo previa autorización de Sanidad son las estancias temporales derivadas del hospital y se están incorporando plazas de urgencia social también autorizadas por Sanidad, y se hace con las pruebas correspondientes y el periodo de aislamiento.
Sí está habiendo también una desescalada interna en cada residencia, en función de sus circunstancias, de manera que los residentes puedan dejar su habitación para transitar por espacios comunes y al aire libre, pero depende de la situación en que se encuentre cada residencia respecto a la COVID-19.
La consejera ha pedido a los familiares paciencia y tranquilidad, y ha recordado que la mayoría de las residencias cuentan con ordenadores y ipad para que las familias puedan ver el estado de salud de los residentes.
«Nos va mucho en esto, nos va la vida de las personas mayores. Tenemos que pensar que el virus está aquí, tenemos que ser prudentes y manejar bien los tiempos», ha asegurado Aurelia Sánchez.
«NO NOS LO PODEMOS PERMITIR»
De su lado, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha dicho durante su intervención en el pleno de las Cortes de este jueves que la Comunidad Autónoma aún «no se puede permitir» levantar las restricciones en estos centros de mayores.
Tal y como ha desvelado, están llegando las primeras conclusiones de las auditorías realizadas en estos centros sociosanitarios. «Ayer se reunió el grupo de trabajo y decidimos que aún no se puede permitir la vuelta a la normalidad. Ni visitas ni otras actuaciones. Lamento mucho tener que ser más cauto de lo que ha sido el Gobierno central», ha indicado.
Con todo, ha reconocido estar «desobedeciendo al BOE, que ya permite visitas», pero Castilla-La Mancha «no está preparada».
Ahora, se esperará a que toda la región esté en fase 3 para «tomar decisiones», si bien todas las residencias de mayores tendrán que estar libres de COVID-19 para poder volver a retomar cierta normalidad.
«Es obligatorio, nuestros mayores necesitan que les cuidemos y va a ser nuestra mayor ocupación y preocupación», ha zanjado.