Leicester se ha convertido en la primera ciudad en cuarentena tras la desescalada en Europa. Los casi 350.000 habitantes de esta ciudad británica estarán desde este lunes confinados. Cerrarán comercios no esenciales y los colegios.
La localidad registraba el 10 por ciento de todos los nuevos contagios de coronavirus en el país durante la semana pasada y tiene 135 positivos por cada 100.000 habitantes. El Ejecutivo de Boris Johnson ha ordenado un bloqueo total que impide la entrada y salida de la ciudad.
Mike Barer, microbiólogo de la universidad de Leicester, alerta de que «el riesgo de una segunda oleada es cada vez mayor».
Dentro de quince días se revisará la situación, pero el secretario de Salud, ya ha advertido que se podría tomar las mismas medidas a otras ciudades si hay nuevos focos.
Desde la Organización Mundial de la Salud se advertía: «Lo peor está por venir, lamento decirlo, pero ante la evolución del virus en el mundo, tememos lo peor».
En Alemania, extienden la cuarentena en los alrededores de la planta cárnica en la que se detectaron más de 1.700 contagios de coronavirus. Y desde Australia, tras detectar el mayor rebrote en 24 horas de los últimos dos meses, el gobierno se plantea el confinamiento de Melbourne, para evitar una segunda ola de contagios.