El esgrimista Luymar Hernández vuelve a competir 14 años después de su accidente: «La espada me llegó al hipotálamo»

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Luymar Hernández, que entonces contaba con 25 años, se entrenaba para los Juegos Olímpicos que, un año después, debían disputarse en Pekín. Luymar estaba luchando junto a su ‘sparring’ y cuñado José Pastor cuando el florete de éste rompió el visor de Hernández y le entró por el ojo derecho.

Hernández fue trasladado con urgencia al hospital, donde permaneció en coma un mes. La espada, como él mismo explica a un equipo de Antena 3 Noticias, le entró 30 centímetros «por debajo del globo ocular» alcanzándole «el hipotálamo y el tallo cerebral». Un larga cicatriz recorre desde entonces la parte trasera de su cabeza y el propio esgrimista la muestra a cámara.

Solo un precedente

Antes de 2007, este hecho sólo había ocurrido una vez en toda la historia del esgrima. Fue el 20 de julio de 1982, en el Campeonato Mundial de Esgrima celebrado en Roma. Aquel día el florete del alemán Mathias Behr rompió el visor del ucraniano Vladimir Smirnov que, tras ocho días en coma, murió.

Luymar corrió mucha mejor suerte, al punto de que no sólo es que haya rehecho su vida con normalidad, sino que tras varios años ganándose la vida como entrenador, vuelve a competir.

Otra oportunidad

Tras el accidente «no era consciente de lo grave que había estado. Luego sí. Y pensé en que ahí estaba mi familia, estaba mi hija, que estaba por nacer. Todo eso me convenció de que tenía otra oportunidad, que había que vivir, que salir un poco de esa burbuja de deportista de élite», explicó en una reciente entrevista con ‘Marca’.

«Que tenemos que pisar la tierra, que las pequeñas cosas de la vida tienen gran valor. Me dije que ese era mi impulso para salir adelante, no sólo vivir sino continuar avanzando», añadió.