El Día del Chorizo se consolidó una vez más como una de las festividades más esperadas en Puertollano. A pesar de las condiciones meteorológicas inestables, cientos de vecinos se unieron a esta jornada para mantener viva una tradición que combina gastronomía, convivencia y raíces culturales.
Las celebraciones se extendieron por diversos puntos de la ciudad, con especial protagonismo en las barriadas de Fraternidad y Libertad, los cerros de Santa Ana y San Sebastián y la Dehesa Boyal. Este evento se convirtió en un reflejo del espíritu comunitario de Puertollano, donde lo tradicional se mezcla con la modernidad para seguir reuniendo a generaciones enteras.
Tradición al aire libre: cerros y Dehesa Boyal
Muchos vecinos eligieron los cerros históricos de Santa Ana y San Sebastián, además de la Dehesa Boyal, como lugares para disfrutar de esta festividad. Encendieron las hogueras y compartieron bocadillos de chorizo, rememorando cómo se vivía esta tradición en el pasado.
A pesar del frío y las posibles lluvias, el ambiente festivo y el aroma de los chorizos asados crearon una experiencia inolvidable. Esta parte de la celebración recupera la esencia más tradicional del Día del Chorizo, donde las familias y grupos de amigos se reunían en plena naturaleza para disfrutar de este manjar típico del invierno.
Fraternidad: más de 300 bocadillos para los vecinos
La barriada Fraternidad fue uno de los grandes puntos de encuentro de este Día del Chorizo. En el local de la asociación de vecinos, las mujeres de la directiva trabajaron intensamente para elaborar más de 300 bocadillos con 34 kilos de chorizo. Estos bocadillos fueron repartidos entre los asistentes, acompañados de refrescos y un ambiente cálido de comunidad.
El esfuerzo de estas vecinas fue muy valorado por los asistentes, quienes destacaron su dedicación y el cariño que pusieron en cada detalle. Este tipo de eventos no solo promueven la tradición, sino que también refuerzan los lazos vecinales, convirtiendo la jornada en una auténtica fiesta de convivencia.
Libertad: cariño y sabor en cada bocadillo
De manera similar, en la barriada Libertad se vivió una tarde cargada de sabor y tradición. En este caso, las mujeres de la asociación vecinal prepararon bocadillos con 12 kilos de chorizo, que sirvieron como merienda para los vecinos que se acercaron a participar en la celebración.
El evento estuvo marcado por el ambiente familiar y la cercanía entre los asistentes, quienes valoraron la dedicación de las organizadoras y disfrutaron de una tarde inolvidable. Las festividades en Libertad demostraron que, incluso en eventos más pequeños, el espíritu del Día del Chorizo se mantiene vivo y fuerte.
Participación institucional: el apoyo del gobierno local
El alcalde de Puertollano, Miguel Ángel Ruiz, junto a varios miembros de su equipo de gobierno y concejales del grupo municipal socialista, participaron activamente en las celebraciones. Su presencia en las barriadas de Fraternidad y Libertad fue un gesto importante de apoyo a las tradiciones locales.
Ruiz destacó la relevancia de este tipo de festividades en el fortalecimiento de la identidad local y el tejido comunitario:
«El Día del Chorizo es una de esas tradiciones que nos define como comunidad. No solo es una oportunidad para disfrutar de nuestra gastronomía, sino también para reforzar los lazos entre vecinos y generaciones.»
La implicación de las autoridades locales fue bien recibida por los asistentes, quienes agradecieron la cercanía y el interés mostrado en las actividades organizadas por las asociaciones vecinales.
El valor del Día del Chorizo como patrimonio cultural
El Día del Chorizo no es solo una jornada gastronómica; es un evento que conecta a Puertollano con su historia y su identidad. Cada bocadillo preparado, cada hoguera encendida y cada reunión familiar o vecinal reflejan la riqueza de un patrimonio cultural que sigue vigente.
La colaboración entre las asociaciones vecinales, los vecinos y el apoyo del gobierno local son clave para mantener viva esta tradición. El éxito de esta edición refuerza la idea de que el Día del Chorizo es más que una festividad: es un símbolo de unión y orgullo para Puertollano.