compra online alimentos
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El IX Observatorio de Comercio Electrónico en Alimentación refleja un cambio de tendencia: crece el gasto, se afianza el canal mixto y se desvanece el comportamiento ahorrador.

Cambios de comportamiento tras la crisis inflacionista

La compra de alimentos por Internet vuelve a ganar terreno en el hábito de los consumidores españoles. Así lo confirma el IX Observatorio de Comercio Electrónico en Alimentación, presentado este jueves en Valladolid por la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas). El informe, elaborado por María Puelles y Gonzalo Moreno, constata que el consumidor abandona el comportamiento de ahorro adoptado durante la etapa de fuerte inflación, en favor de un modelo de consumo más amplio y diversificado.

Según los autores, los datos recabados en más de 3.000 encuestas indican que el regreso a la tienda física fue una respuesta coyuntural a la subida de precios, pero no ha supuesto un cambio estructural. Esto implica que el consumidor ha retomado sus hábitos anteriores, incluido el uso de canales online para compras de alimentación.

Auge del perfil mixto y consolidación de la omnicanalidad

Una de las principales conclusiones del estudio es la consolidación del consumidor mixto, aquel que compra tanto en tiendas físicas como online, como el perfil más dinámico del mercado. Este tipo de consumidor es también el que más crece en gasto y el que lidera el proceso de omnicanalidad, es decir, el uso fluido e indistinto de varios canales de compra.

De hecho, según el observatorio, los consumidores mixtos registran un gasto medio anual por unidad familiar de 7.152 euros, lo que representa un incremento del 51 % respecto a 2024. En términos individuales, se traducen en 2.080 euros anuales por persona, un 40 % más que el año anterior.

Estas cifras reflejan una tendencia clara hacia una mayor digitalización del consumo de gran consumo, donde las plataformas digitales vuelven a ganar protagonismo, tras un retroceso temporal marcado por la inflación.

El canal físico sigue siendo referencia para comparar precios

A pesar del repunte del canal online, el informe también destaca que la tienda física mantiene un lugar importante en el imaginario del consumidor como espacio de comparación y ahorro. Quienes se mantienen exclusivamente en el canal físico consideran que pueden controlar mejor el gasto, gracias a la posibilidad de comparar entre productos y marcas.

Este grupo de consumidores es el único cuya media de gasto por visita desciende, concretamente un 1 %, situándose en 63 euros por compra. En contraste, el consumidor mixto gasta algo más de 80 euros por canal, y el usuario exclusivamente online alcanza los 111 euros por compra.

Un sector que evoluciona tras momentos críticos

Durante la presentación del estudio, el director general de Asedas, Ignacio García Magarzo, ha subrayado el valor del observatorio como herramienta de análisis: “Es un instrumento sólido para ver las diferencias en el comportamiento del consumidor, y hemos vivido grandes momentos de cambio como la pandemia o la época de inflación”.

La evolución registrada en el último año sugiere que la digitalización y la flexibilidad del consumidor se imponen sobre modelos rígidos o respuestas puntuales como las adoptadas en periodos de crisis económica. La conclusión es que el consumidor actual busca comodidad, eficiencia y opciones, sin renunciar a ninguna vía de compra.

Crece la renta dedicada a gran consumo

Más allá de los canales, el informe indica un incremento general del gasto y de la renta que las familias destinan a productos de gran consumo. Este fenómeno se observa en todos los perfiles, aunque es más marcado en los que combinan canales.

El consumidor, tras haber ajustado sus hábitos por la presión inflacionista, retoma patrones más amplios de compra, apoyado por una percepción de mayor estabilidad económica y por la recuperación de la confianza en las plataformas digitales para la alimentación.

Retos y oportunidades para el sector

La consolidación de la omnicanalidad presenta tanto desafíos como oportunidades para el sector de la distribución alimentaria. Las empresas deben adaptar sus estrategias para integrar la experiencia física y digital, asegurando una logística eficaz, una atención personalizada y una oferta competitiva en ambos entornos.

Asimismo, el auge del perfil mixto implica una mayor complejidad en la fidelización del cliente, que ahora oscila entre formatos de compra según sus necesidades y percepciones puntuales.

El estudio pone en evidencia que el comportamiento del consumidor ya no está determinado exclusivamente por factores económicos coyunturales, sino por hábitos consolidados y nuevas expectativas en torno a la comodidad, la información y la calidad del servicio.

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