La negociación de los 27 sobre los fondos de la UE sigue encallada: más créditos, vetos y 750.000 millones.
Tercer día de Consejo Europeo y mismas complicaciones que al principio. Angela Merkel lo avisa: el acuerdo por los fondos de recuperación podría no aprobarse este domingo porque «todavía hay muchas diferencias» entre los países. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, es un poco más optimista: «Es posible el pacto, pero no será a costa de la ambición europea». En ese contexto, las tensiones entre norte y sur siguen siendo prácticamente las mismas que al principio de la cumbre.
«No puedo decir si encontraremos una solución. Hay mucha buena voluntad pero también hay muchas posiciones diferentes. Haré mi parte, pero también es posible que no haya hoy un resultado»; ha expresado la canciller alemana en declaraciones sin preguntas de la prensa a su llegada a la tercera sesión de negociaciones.
En opinión de la canciller, la jornada de este domingo, la tercera desde que comenzaran la cumbre el pasado viernes, es «seguramente la definitiva», pero ha apuntado que hay cuestiones en las que los jefes de Estado y de Gobierno todavía deben trabajar, como el tamaño del fondo de reconstrucción, las condiciones para acceder a sus ayudas y el respeto al Estado de derecho.
Los líderes europeos retoman este domingo las negociaciones que empezaron el pasado viernes para cerrar el presupuesto de la Unión Europea para el periodo 2021-2027 y el fondo de recuperación con el que relanzar la economía comunitaria tras la pandemia.
Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Austria y Finlandia reclaman recortes en los dos y esto les enfrenta con países del sur como España, Italia, Portugal o Grecia, pero también con Merkel o el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
El holandés Mark Rutte también exige un férreo control de las ayudas del fondo de recuperación para que su Gobierno pueda tener garantías antes del desembolso de que el país que las vaya a recibir ha adoptado reformas que Países Bajos considera adecuadas. Rutte ha apuntado públicamente que España e Italia deberían mejorar su legislación laboral y su sistema de pensiones.
De momento, la última propuesta que está sobre la mesa consiste en 750.000 millones, con 300.000 en créditos y otros 450.000 millones en transferencias a fondo perdido. Eso sí, cualquier país que lo considere podría tener derecho a veto. Esta era una de las peticiones de Países Bajos, pero el sur no lo ve con buenos ojos.