Los bebés lloran, lloran mucho. Pero hay veces en las que ese llanto no se debe al hambre, al sueño o a un pañal húmedo; lo produce el conocido como cólico del lactante. Se estima que un 30% de los bebés lo sufren durante los primeros meses de vida. Pero no todo son malas noticias para los padres: es algo temporal y no afecta a la salud del pequeño. Habitualmente, desaparecen a partir de los tres o cuatro meses.
El cólico del lactante consiste en episodios de llanto agudo que se inician de forma repentina, durante al menos 3 horas al día, 3 días a la semana y que persisten en un periodo de más de 3 semanas. Esto se conoce como la Regla de los 3 de Wessel, uno de los primeros expertos en definir la sintomatología de este tipo de episodios. Aprovechando la celebración de la Semana de la Lactancia Materna 2020 te contamos todo sobre el cólico del lactante.
Causas del cólico del lactante
Los padres se preocupan por sus bebés, especialmente cuando son tan pequeños. El cólico del lactante aparece a partir de los 10 o 15 días de vida y supone un buen quebradero de cabeza ya que no hay forma de consolar al pequeño. Normalmente, los episodios de lloros incontrolables se producen hacia media tarde o en el inicio de la noche y pueden venir acompañados de puños cerrados, enrojecimiento de la cara y de una postura como si el niño quisiera encogerse.
No se conocen las causas que provocan el cólico del lactante. Existen diferentes teorías pero todas coinciden en que su aparición podría ser una mezcla de factores gastrointestinales, biológicos y psicosociales que afectan al recién nacido en el inicio de su vida.
Algunos de los motivos que más se esgrimen en el primer campo son la intolerancia a la proteína de la leche de vaca o a la lactosa. También es muy frecuente atribuirlo a la inmadurez fisiológica de los bebés y de su aparato digestivo. Entre los factores biológicos más frecuentes que pueden causar cólico del lactante se habla de las técnicas de alimentación incorrectas o del aumento de la serotonina. Y, por último, están los motivos psicosociales, entre los que se encuentran el comportamiento del bebé, cambios en la dinámica familiar y el propio entorno.
Cómo aliviar los cólicos en el bebé
No hay un tratamiento específico para el cólico del lactante ya que no se considera una enfermedad en sí. Por lo tanto no hay un remedio universal que sirva, porque cada bebé es un mundo pero hay una serie de recomendaciones que nos servirán para aliviar al pequeño:
– Mantener la calma. Es muy importante que los padres no pierdan los nervios ante esta situación estresante.
– Coger al bebé en brazos y pasear con él. El movimiento puede ayudar a calmarlo.
– Buscar la postura adecuada. Se pueden probar varias para ver en la que el pequeño se encuentra más cómodo.
– Darle un masaje. Los movimientos acompasados en la barriguita pueden aliviar el dolor.
– Bañarlo. Un baño en agua templada lo apaciguará al mismo tiempo que distrae del dolor.
– Comprueba que no se debe a otros factores. Por ejemplo, que tenga sueño o hambre o que esté pasando calor o tenga el pañal sucio.
Con el paso del tiempo, el cólico del lactante desaparecerá. Por esto es muy importante que los padres no se fatiguen ante una situación tan complicada. Hacer turnos entre ambos progenitores o pedir ayuda a algún familiar para cuidar del bebé puede ser una buena idea. En caso de que los síntomas del niño se mantengan o se agraven, hay que acudir a un profesional médico.