Como un “faro” en medio de un inmenso mar de montañas, el “Capitán Cobo”, refugio militar habitado más alto de Europa a 2.550 metros de altitud, no es solo un punto de auxilio cuando se produce algún accidente en Sierra Nevada, también sirve como base para la preparación y la adaptación de efectivos de las Fuerzas Armadas.
Emplazado en el paraje Hoya de la Mora, junto al collado de los Peñones de San Francisco de Güéjar Sierra (Granada), este refugio, junto con otro albergue militar cercano -el “General Oñate”- localizado a unos cuantos kilómetros carretera abajo del anterior, presta apoyo a unidades militares en Sierra Nevada, en un entorno óptimo para la adaptación y la preparación en contextos extremos con condiciones meteorológicas muy adversas.
Ambas instalaciones militares, en pleno corazón del parque natural de Sierra Nevada, pertenecen al Establecimiento Militar “Residencia Logística Militar Gran Capitán de Granada” de la Segunda Subinspección General de Ejército de Tierra.
El Refugio Militar de Montaña “Capitán Cobo”, como instalación habitable más alta en Sierra Nevada, cuando ocurre algún accidente suele ser el primer sitio al que se acude para solicitar ayuda, ha explicado a EFE el coronel de Caballería Rafael Tinahones García, jefe del Establecimiento Militar “Residencia Logística Militar Gran Capitán de Granada”.
Un “faro” en la alta montaña
Como una especie de “faro” en la alta montaña, es posible avistar sus focos desde lejos y son muchas las ocasiones en las que los componentes del destacamento permanente del refugio militar son los primeros en acudir a auxiliar y estabilizar a víctimas de accidentes hasta que son atendidos por equipos de rescate, ha detallado el coronel.
El refugio dispone de seis habitaciones, comedor, cafetería, sala de ocio, enfermería, guarda-esquís y sala de reuniones para albergar a más de setenta personas, junto a un destacamento fijo permanente; y el albergue -situado a 2.200 metros en el collado de Las Sabinas de Monachil- cuenta con diez habitaciones, comedor, cafetería y sala de ocio para albergar a otras cincuenta personas.
Mientras que el principal usufructuario del “Capitán Cobo” es el Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra -que dispone de un destacamento permanente en el refugio-, también aloja a otras unidades de Ejército de Tierra, así como de otros ejércitos, de la Unidad Militar de Emergencias (UME) o de la Guardia Real que lleven a cabo actividades de montaña en Sierra Nevada.
El “General Oñate” se dedica sobre todo alojar a oficiales, suboficiales y militares de tropa permanente con sus familias en régimen de descanso aunque, como actividad secundaria, también acoge a unidades militares.
Tanto el refugio como el albergue, a lo largo de los últimos años, han dado cobijo a unidades del Mando de Operaciones Especiales, de la Guardia Real, de la Unidad de Emergencias, de la Guardia Civil o del Ejército de Tierra, entre otros, e incluso a otros ejércitos aliados, como el Cuerpo de Marines de Estados Unidos, o a equipos deportivos de las fuerzas armadas, que compiten internacionalmente en triatlón, pentatlón o maratón y que pueden entrenar a más de 2.000 metros de altitud.
Aclimatación a contextos extremos
Gracias al apoyo que ofrecen, Sierra Nevada y su entorno de alta montaña representan una zona óptima para el entrenamiento en esquí, escalada, travesía o marchas de endurecimiento, y la aclimatación de personal y vehículos del Ejército a entornos extremos.
De esta forma, resultan especialmente útiles para unidades que se despliegan en lugares con climas adversos como Afganistán o Letonia, aquellas que disponen de equipos de rescate en montaña -UME o Guardia Civil- y para las que deben adiestrarse en alta montaña, caso del Mando de Operaciones Especiales o la Escuela Militar de Montaña.
En definitiva, unas instalaciones capaces de proporcionar alojamiento y manutención a las unidades y que hacen del macizo andaluz uno de los mejores lugares para mejorar su potencial y sus capacidades militares.