El buque científico Earth 300 ofrecerá pasajes de medio millón de euros por estancias de diez días a turistas adinerados que quieran participar de la ciencia y estancias gratuitas a personas anónimas que tengan algo que aportar a la humanidad, según su impulsor, el empresario Aaron Olivera.
Así, en el Earth 300, donde todo busca ser innovación, viajarán 160 científicos de diferentes disciplinas y se desarrollarán fundamentalmente proyectos de investigación a los que se podrán sumar pasajeros ajenos a la propia actividad investigadora con objeto de enriquecerla.
Con un forma muy especial que en su parte delantera asemeja a una montaña y que nada tiene que ver con una embarcación tradicional, este navío sueña con ser icono global y símbolo universal de la sostenibilidad para celebrar la ciencia, ha señalado en una entrevista a EFE Olivera.
Y es que para este comprometido empresario de origen gibraltareño, es muy triste que la gente conozca quién es Beckham o Lady Gaga pero no a los científicos de hoy que -desde su punto de vista- son la gente más importante del mundo.
UN DISEÑO DE «SUSTO»
Con una eslora de 300 metros, que incluye una esfera de 55 metros diámetro en la popa, tiene un diseño único y muy bonito que a primera vista no deja saber exactamente lo que es, puesto que así lo quiso su impulsor, y cuyo objetivo es inspirar misterio, incluso susto, explica Olivera.
Pensado como si fuera un ordenador flotante, no se trata de un megayate, que típicamente se asocia con el lujo, precisa, sino de un proyecto que apuesta por la investigación y la promoción del conocimiento de un modo más democrático y que todo el mundo entienda, subraya.
Contará con 22 laboratorios de nueva generación y pretende llegar a los 155 países que actualmente tienen costa para poner a los científicos en pedestales y hablar de sostenibilidad, entre otras cuestiones.
Al buque tendrá acceso cualquier persona corriente, asegura su impulsor, aunque de diferentes maneras; por un lado, se podrá visitar cuando esté atracado en el puerto, y por otro, se habilitarán veinte camarotes a bordo para navegantes externos.
La estancia en diez de estos camarotes costará un millón de euros por pareja, mientras que en los otros diez se hospedarán gratuitamente pasajeros que no se lo podrían pagar pero que tienen algo importante que aportar a la ciencia o a la investigación que se esté haciendo a bordo como mecánicos, filósofos, poetas, artistas o médicos, destaca.
LA INNOVACIÓN VIENE DE FUERA
Este buque quiere ser una plataforma sobre el mar en la que crear sinergias entre pasajeros anónimos y científicos con el deseo de hacer avanzar a la humanidad porque la innovación siempre viene de fuera de la industria, no de dentro, especifica Olivera.
El proyecto nació en Singapur, donde vive actualmente el fundador y primer ejecutivo de la compañía Earth 300 que da nombre y vida al barco, pero su base se trasladará en breve a Alemania, lugar en el que finalmente se construirá, ha indicado.
Cuando lo anunciaron, pensaron que podrían tenerlo en el agua en 2025 pero después han pasado un montón de cosas, primero una pandemia y ahora una guerra con lo que se han encarecido mucho los precios de los materiales.
Aun así, son optimistas, y si se logra toda la financiación el buque Earth 300 podría estar surcando los mares para el año 2027, concluye Olivera.