El Arzobispado de Barcelona ha mantenino para esta la celebración de una misa en recuerdo de los fallecidos por el covid-19 en la Basílica de la Sagrada Familia, a pesar de que el Plan Territorial de Protección Civil de Catalunya (no dio la autorización al acto por superar las diez personas previstas para ceremonias religiosas.
el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha presidido esta misa funeral por el eterno descanso de las víctimas del coronavirus y por el de los fallecidos por otras causas durante el tiempo de confinamiento y que no han podido ser despedidos por sus familiares en una ceremonia católica.
En un comunicado, el Arzobispado de Barcelona ha lamentado la «injusta y discriminatoria» limitación a diez personas en los actos religiosos, y ha reiterado que en sus ceremonias cumplen con todas las medidas higiénicas para evitar contagios. Por ello, ha anunciado que en los próximos días emprenderán acciones legales contra «la arbitrariedad y la indefensión que sufren el derecho a la libertad religiosa y la libertad de culto».
A la ceremonia han podido asistir de forma presencial los familiares de los difuntos, los representantes de los sectores de la alimentación, de las residencias de ancianos, de los tanatorios, de los cementerios, periodistas, vendedores de prensa, hoteleros, entidades caritativas y autoridades políticas.
Sin embargo, el Procicat recordó esta misma semana al arzobispado que una resolución del pasado día 17 de julio establece que se debe limitar a diez personas la presencia en los actos religiosos, y no autorizó la misa por este motivo.