Puertollano acoge durante todo el mes de mayo una singular y evocadora exposición artística en el Museo Cristina García Rodero, en la que los artistas Desirée Barroso, Jorge Manzanares y Manuel Montero Rus funden su talento en una muestra organizada por la Asociación Ática Castilla-La Mancha. A través de más de setenta obras, esta exposición conjuga tauromaquia, caza y arte pictórico, convirtiéndose en un homenaje visual al mundo rural, sus tradiciones y su patrimonio cultural más arraigado.
Arte con alma rural
Con un enfoque que va más allá del simple retrato costumbrista, la muestra refleja la emoción de la caza, el simbolismo de la tauromaquia y el vínculo emocional con el campo. Los artistas han asegurado que estas obras nacen de su “pasión por el sector primario, por lo rural y por lo salvaje que forma parte de nuestra identidad”.
Los cuadros destacan por su cuidado del detalle, el realismo expresivo de las miradas y escenas cargadas de fuerza simbólica, donde cada pincelada proyecta una historia, una tradición o una vivencia. La fiesta nacional y la actividad cinegética se presentan aquí como motores culturales y económicos, pero también como vehículos de expresión artística.
Apoyo institucional a la tradición como arte
La exposición cuenta con el respaldo de la Diputación de Ciudad Real y de Ática Castilla-La Mancha, dos entidades que apuestan por visibilizar el patrimonio cultural rural desde una perspectiva artística y divulgativa.
Durante el acto de inauguración, el alcalde de Puertollano, Miguel Ángel Ruiz, destacó que la ciudad “está enclavada entre el Campo de Calatrava y el Valle de Alcudia, territorios en los que la caza y la tauromaquia no solo forman parte del paisaje económico, sino también de nuestra cultura”. Subrayó que esta muestra representa “un diálogo entre tradición, identidad y arte”, y reafirmó el compromiso del Ayuntamiento con este tipo de iniciativas.
“Nos enorgullece apoyar eventos que ponen en valor nuestras costumbres, con respeto y sensibilidad, desde el arte”, afirmó Ruiz.
Una muestra con relato y emoción
Cada obra, según el alcalde, narra una historia propia: una mirada, una escena, un gesto congelado en el tiempo que remite a la vida en el campo, a la faena, al ritual y al respeto por los animales y el entorno. La exposición no es solo una galería de imágenes, sino una propuesta inmersiva que conecta al espectador con el pasado, el presente y el imaginario colectivo del medio rural.
La presidenta de Ática Castilla-La Mancha, Ángela Ormeño, agradeció el respaldo del consistorio y la colaboración de los artistas y entidades participantes, destacando que el evento representa la fusión entre arte, tradición y naturaleza que promueve la asociación.






Una inauguración cargada de simbolismo
El acto de apertura contó con la presencia de autoridades y representantes institucionales como Casto Sánchez Gijón, delegado provincial de Desarrollo Sostenible; Juan Antonio Bernal, de la junta directiva de Ática CLM; la concejala de Educación, Marian Martín-Albo; y figuras del mundo taurino como el torero Carlos Aranda, además de los tres artistas protagonistas de la muestra.
Esta confluencia de artistas, autoridades y defensores del mundo rural subraya el carácter transversal del evento, que sirve también como espacio de encuentro entre tradición, creatividad y gestión cultural.
Una oportunidad para reencontrarse con nuestras raíces
Con acceso libre durante todo el mes, esta exposición invita a los visitantes a contemplar y reflexionar sobre la riqueza patrimonial del medio rural desde una óptica artística. En tiempos donde lo urbano y lo digital tienden a monopolizar el imaginario colectivo, esta muestra es una reivindicación de lo natural, lo ancestral y lo simbólico.
Desde el Ayuntamiento y la organización se anima a ciudadanos, centros educativos y visitantes a disfrutar de esta experiencia cultural en el Museo Cristina García Rodero, un espacio que con esta propuesta se consolida como referente artístico en la comarca.